Los habitantes del extremo sur de Bogotá no comprenden “cómo alguien puede decir que el norte queda arriba, si desde el Sumapaz bajan los ríos, entonces el sur es hacia arriba”. La cartografía les dio la razón.
Wilson Pedraza escapó de su casa hace 40 años buscando salir del infierno que vivía con su madrastra. Convirtió la calle en su hogar, y allí descubrió a su mejor y peor amiga; la droga.