Durante los últimos años y después de aquel 13 de noviembre del 85, las ruinas del que fue uno de los municipios más avanzados en el Tolima, han sido la fuente de ingresos de algunos habitantes que rodean Armero.
Los pescadores buscan nuevas formas de subsistir. La escasez de productos y el alza en los precios, han sido factores para la precariedad de oficios como la acuicultura.