En la entrada del Caribe colombiano cientos de familias siguen viviendo un duelo provocado por las secuelas de más de medio siglo de conflicto armado en Colombia.
El baloncesto se convirtió en su compañía y armadura durante su proceso de rehabilitación, convirtiéndolo en un estilo de vida que lo llevó a las puertas de los juegos más importantes del mundo.
Wilson Pedraza escapó de su casa hace 40 años buscando salir del infierno que vivía con su madrastra. Convirtió la calle en su hogar, y allí descubrió a su mejor y peor amiga; la droga.