Sobre la hoja de coca persisten el desconocimiento, la persecución y la estigmatización. En los últimos años han surgido iniciativas que pretenden resignificarla y mostrar todo su potencial.
La supervivencia del goce literario de la poesía en Bogotá tiene aliados: un pequeño grupo de editoriales independientes y lectores apasionados por las letras y el arte gráfico.