Tal como crecen las plantas, el conocimiento humano sobre su diversidad y sus propiedades se ha cultivado hasta nuestros días.

Documental interactivo realizado para la clase Audiovisual II (sexto semestre, 2019-2) con el profesor Juan David Caro.

En el pasado, la herbolaria fue satanizada y se convirtió en un tabú. Ahora representa una alternativa medicinal que diversos actores intentan proteger, desde la urbanidad y la ancestralidad, convertidos en guardianes de la sabiduría recogida del pasado para seguir transmitiéndola en el futuro.

El conocimiento que tenemos hace siglos de las plantas no sería posible sin la transmisión oral. A través del voz a voz, las comunidades indígenas de Sesquilé y los Muiscas de Bacatá trabajan para que este conocimiento no se pierda. Las puertas no se cierran en las comunidades, pues hasta el niño más pequeño puede participar en estos procesos de enseñanza.

Desde los centros urbanos este conocimiento también ha aflorado y han surgido espacios que pretenden derrumbar la estigmatización hacia quienes han conservado el conocimiento de las plantas y sus propiedades. “Desde la iglesia se encasilló y demonizó el saber de las plantas – asegura Luisa Cañizales, integrante del colectivo urbano Yerbateras –a aquellas mujeres que conocían acerca de las plantas se les llamó brujas”.

Desde las ciudades y el campo se difunden estos saberes y existen puntos en los que estos dos escenarios, que concebimos como opuestos, se unen. Antes de pasar la puerta, el olor a ellas ya te rodea. Después de cruzarla, encuentras casetas llenas de manzanilla, salvia, perejil, limoncillo y ruda, así es la Plaza Samper Mendoza a las 4 de la mañana, pues es la única plaza nocturna que tiene plantas traídas de distintas zonas del país a la venta.

Estos depositarios de antiguos saberes permiten entender a profundidad lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había establecido: el conocimiento de las plantas es una forma de alternativa medicinal que no se debe menospreciar. Incluso, representa una memoria biocultural que, yerbateras, campesinos e indígenas intentan preservar y que ustedes pueden conocer en este documental interactivo: