Facultad de Comunicación Social - Periodismo

La felicidad 4.0

La web 4.0 nace como una web inteligente que reconoce nuestros gustos, almacena información comportamental y brinda respuestas ofreciéndonos productos y servicios personalizados, pero, ¿está a merced de nosotros o viceversa?.

Trabajo realizado para Comunicación estratégica en la web 4.0 (octavo semestre, 2021-1), con la profesora Catalina Restrepo. 

Anteriormente, la web 1.0 era considerada un conjunto de información al que se podía acceder mediante una determinada dirección web; sin embargo, esta información era presentada bajo el modelo básico unidireccional de emisor-receptor, por lo que no existía mayor interacción de los receptores. Por esta razón, posteriormente se hizo necesaria la evolución de la web con la llegada de la web 2.0, abriendo la posibilidad de que el usuario pudiese participar, no solo creando un feedback entre emisor-receptor, sino que permitió crear redes de conocimiento colaborativo, de modo que la información es abordada a profundidad y permanece actualizada con los aportes constantes de los usuarios.

Poco después salió a la luz la web 3.0, una web semántica que permite indexar palabras clave en los motores de búsqueda, haciendo mucho más amigables y eficaces las búsquedas, tanto para el usuario como para la empresa; incluso esta última puede lograr un mayor posicionamiento con este tipo de herramientas.

Por último, llegó la web 4.0, una web inteligente, pues mediante algoritmos e inteligencia artificial reconoce nuestros gustos, almacena nuestra información comportamental y nos brinda respuesta ofreciéndonos productos y servicios personalizados frente a nuestras necesidades, junto con la incorporación de asistentes virtuales que realizan tareas automatizadas facilitando nuestro diario vivir. No obstante, la web 4.0 no desplazó a las webs anteriores, sino que por el contrario las incorporó a todas, por lo que la evolución no debe ser visto como un fenómeno aislado, sino que por el contrario está conectado con la forma en que evolucionan de forma paralela las diversas tendencias, modos de pensar, ideologías, comportamientos y necesidades en el mercado.

Ejemplo de ello es la aparición de movimientos sociales con los que diversas minorías empezaron a manifestar su descontento frente a políticas actuales, pues el internet permitió no solo abrir un canal informativo y de comunicación, sino que permitió que las masas se hiciesen más conscientes, combatiendo la desinformación y desarrollando su capacidad crítica para dejar de ser solo sujetos pasivos, por lo que las TIC fueron una herramienta clave para que se desarrollaran diversos movimientos sociales, pues se convirtieron en un canal ya no solo informativo y de comunicación, sino de manifestación, en el que las minorías buscaban visibilizar su situación y manifestarse en contra u a favor de la misma. 

Ejemplo de ello ha sido el movimiento #MeToo, un movimiento iniciado mediante hashtag en redes sociales para denunciar el acoso sexual contra productores y estrellas de cine, que permitió que las mujeres tuviesen un espacio para dar abiertamente sus opiniones y denunciar, el cual previamente no tenían o estaba limitado por los hombres, discursos hegemónicos y gobiernos autoritarios. Este tipo de movimientos gestados, o que son llevados a redes sociales, permiten que tenga más fuerza gracias al carácter global y viral de la web.

No obstante, el psicólogo Le Bon (1896) afirma: “los seres humanos al relacionarse con otra masa o grupo social suelen destacar unas características: son un alma colectiva en la cual sienten, piensan y actúan de forma totalmente diferente a la que sentirían, pensarían y actuarían de manera individual. No es lo mismo actuar en un grupo que realizar una tarea de forma aislada”.

La web no solo debe ser analizada desde lo positivo, permitiendo que se gestaran movimientos de lucha social y en pro de los derechos humanos, sino que también la web al ser una red de personas nos lleva a actuar mediante la imitación, pues seguimos a la mayoría tratando de reducir el peso que trae elegir por nosotros mismos y terminamos sumándonos a una masa de consumidores que ha perdido su individualidad, sigue todas las nuevas modas y tendencias, actúa según lo que se le ordena, ya no solo según lo que dictan gobiernos autoritarios, si no que somos controlados por grandes marcas comerciales y gigantes tecnológicos que terminan manejándonos como títeres con base en sus intereses, pues nos conocen mejor que nosotros mismos.

Vea a continuación un resumen de las tendencias más fuertes de los últimos tiempos:

 

 

Referencias bibliográficas:

Cristóbal Cobo (2019). Acepto las condiciones. Usos y abusos de las tecnologías digitales.

Le Bon, Gustave (1896). La psicología de masas. p. 4.


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