Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Más que un torneo barrial

Lo que inició como un juego dominical de barrio, se convirtió en el torneo de fútbol aficionado más importante de Colombia.

Reportaje realizado para la clase Taller de géneros periodísticos (cuarto semestre, 2020-2) con el profesor Juan Sebastián Jiménez.

En la imagen:  Dragoslav Sekularac instala la malla en uno de los arcos del Estadio Olaya Herrera. Revista Memoria Viva. Diciembre de 2009. Archivo de Bogotá. Edición conmemorativa. Número 2. La fotografía fue publicada originalmente el 22 de enero de 1973 en El Espectador.

Los recuerdos del torneo de “aquellas épocas” llenan a Jimmy Parra, organizador del Hexagonal del Olaya, de nostalgia y alegría. Con un tono envalentonado saca pecho al acordarse de las grandes figuras del fútbol profesional que han pasado por este certamen de barrio, de los momentos difíciles que le ha tocado afrontar y superar como directivo de esta competencia, y, sobre todo, de los días cuando su padre y sus tíos jugaban en aquella cancha de polvo, o como él la llamaba “el peladero” ubicada en el hoy conocido Parque Estadio Olaya Herrera.

El fútbol aficionado en Colombia se juega hace muchos años, más de los que tiene el torneo profesional colombiano. La esférica comenzó a rodar en el país gracias a la llegada de los británicos a finales del siglo XIX para la construcción del ferrocarril en Puerto Colombia, Atlántico, y también, por los estudiantes privilegiados que fueron a estudiar a Europa y regresaron al país. Este deporte pasó de ser un juego de extranjeros y de la clase alta, a ser jugado y vivido por la clase obrera que, con el tiempo, lo fue acogiendo hasta convertirse en uno de los deportes que más se destacan en la nación.

Poco a poco el fútbol se fue expandiendo por las ciudades, y Bogotá no sería la excepción. Este deporte fue atrayendo interesados tanto para jugarlo como para apreciarlo. Tal fue el auge y la acogida, que el club Deportivo de Basket Femenino Olaya Herrera creado por un grupo de mujeres el 8 de mayo de 1935, cedería su idea inicial para convertirse en el hoy vigente equipo de fútbol, Club Deportivo Olaya Herrera, el cual ha sido, junto al Club Deportivo Centenario, uno de los equipos que han disputado todas las ediciones de la Copa Amistad del Sur, más conocida como el Hexagonal del Olaya.

El torneo de fútbol aficionado más importante de Colombia inició en diciembre 1959 por iniciativa de Genaro Díaz, dueño del equipo Sporting Zaid (Zaid que leído al revés significa Díaz) y por Rafael Morales, directivo del equipo del barrio Olaya. La preocupación de Rafael al ver que los jugadores de su plantilla se dedicaron a tomar y jugar billar luego de ser campeones de un torneo de la Federación Municipal, lo llevó a crear un certamen amistoso con el fin de que los jóvenes no se dedicaran al vicio, y también, para promover el deporte sano entre los vecinos de los barrios Olaya Herrera y Centenario.

En la imagen: Rafael Morales y Luis Genaro Díaz, gestores del Torneo Amistad del Sur. Revista Memoria Viva. Diciembre de 2009. Archivo de Bogotá. Edición conmemorativa. Número 2.

Luego de convencer a los dueños de los equipos Sastrería Navarrete y Sastrería Progreso, y de nombrar directivos, hacer cláusulas, establecer fechas, demarcar la cancha y demás, se creó la Copa Amistad del Sur, la cual fue entregada por primera vez al equipo Sporting Zaid del barrio Centenario.

Este cuadrangular jugado a finales de diciembre de 1959 y principios enero de 1960 causaría emoción en los moradores del barrio Olaya y sus alrededores, al punto de que nuevos equipos se postularon para disputar el torneo. Fue entonces cuando la junta de la competencia decidió por unanimidad y teniendo en cuenta los calendarios de las empresas obreras y de los torneos de fútbol, que se haría un torneo hexagonal del que harían parte inicialmente: Sporting Zaid, Club Deportivo Olaya Herrera, Sastrería Navarrete, Selección Oro, Golazo F.B.C, Deportivo Galán y Deportivo Centenario. Desde entonces el torneo se ha venido jugando con un sistema de ascenso y descenso donde el equipo que obtenga la mayor cantidad de puntos queda campeón, y el equipo que haga menos puntos desciende, dejándole su puesto al séptimo equipo y descansando una edición del torneo.

“Mi primer torneo en el Olaya fue en 1962. Yo era un sardino del barrio Restrepo que hasta ahora tenía 15 años, pero eso sí, era bien aficionado al fútbol. Mis vecinos, los hermanos Cardona, jugaban en el equipo Calzado juvenil, y también mi amigo Chaparro Sarmiento. Entonces me animé y les propuse unirme al equipo. Era el más pequeño entre todos, pero me defendí en la posición de media punta. Para ese entonces el torneo hasta ahora estaba comenzando, pero era bien competitivo, a uno le tocaba duro con ese polverío y se jugaba de tú a tú”

Eduardo Lemus

 

Para la década de los años 60 la información sobre el Hexagonal del Olaya se comenzó a divulgar por todos lados. Si bien, para esos años el torneo del octagonal del Tabora también se estaba llevando las miradas en el fútbol aficionado, en la competencia del Olaya comenzó la época dorada del fútbol aficionado con la llegada de jugadores profesionales que se fueron uniendo con el pasar de las ediciones a los equipos inscritos en el torneo, buscando mantener su ritmo en épocas de vacaciones, conociendo el gran nivel que se decía, tenía esta competencia.

En la imagen: Arturo Boyacá disputando un partido en el torneo del Olaya. Revista Memoria Viva. Diciembre de 2009. Archivo de Bogotá. Edición conmemorativa. Número 2. La fotografía fue publicada originalmente en Enero de 1975 en El Espectador.

Jugadores como Delio “Maravilla” Gamboa, Efraín “El Caimán” Sánchez, Ernesto Díaz, Alfonso Cañón, Germán “Basilico” González, Hernando Piñeros, entre otros, pasaron por la polvorienta cancha del Barrio Olaya. Fue tal la fuerza con la que se consolidó el torneo que la prensa deportiva comenzó a enviar periodistas como Gabriel Muñoz López, el narrador Carlos Arturo Rueda Gil, Humberto Jaimes de El Tiempo, y Mike Forero de El Espectador; los cuales comenzaron a cubrir los partidos más destacados que se jugaban domingo a domingo.

En el último semestre 1968, el torneo del Olaya se vio afectado por la fuerte ola de invierno que se vivió en la capital colombiana. La cancha donde se disputaban los partidos de la competencia se convirtió en un tremendo barrizal, pues las lluvias se estancaron en el campo de juego y, al no tener un drenaje adecuado, se inundó casi en su totalidad. Aunque los vecinos del sector intentaron ayudar para mejorar las condiciones del campo, se tomó la decisión de no realizar la novena edición de la competencia. Esta fue la única vez que el Hexagonal del Olaya se ha cancelado en su historial.

A mediados de 1972, luego de haber jugado diez ediciones del Hexagonal del Olaya y de quedar campeón con el Club Calzado Juvenil en 1971, me contactó Daniel Torres, dueño de Fotorres y me dijo:

– Oiga “Tuso” yo quiero proponerle una cosa.

– ¿Qué será Danielito?

– ¿Por qué no se viene conmigo para Fotorres? Yo quiero que usted se arme un equipo y me lo dirija. Pero quiero que se traiga a la mayoría de jugadores con los que quedo campeón con Calzado, y usted dirige el equipo.

– Listo Daniel. Por mí no hay problema, pero toca hablar con los muchachos a ver si están de acuerdo.

Para la época no había problemas con los pases de los jugadores, la Liga distrital no ponía problema con eso. Cuando se concretó la idea en octubre, Daniel en su visión de propaganda me dijo:

– Ya que vamos a hacer el equipo ¿por qué no traemos algo que valga la pena, algo que le dé nombre?

Para ese entonces yo tenía de amigo al secretario ejecutivo del Club Deportivo Los Millonarios (Jorge Rangel Acevedo) quien había trabajado en varios cargos en el equipo y era hincha a morir de Millonarios. Entonces me decidí, lo contacté, le conté la propuesta de Torres y él muy querido me dijo:

– Hermano déjeme yo reúno unos 4 jugadores que quieran jugar en el torneo y le aviso cuál me coge la flota.

Días después me contacta Jorge todo emocionado.

– Bueno hermano hay 3 jugadores que les comenté la idea y entre ellos esta Dragoslav Sekularac.

– ¿El que termino el campeonato en Millonarios y jugó con Santa fe? ¿El que fue el mejor jugador del mundial de Chile 62?

– Sí señor, el mismo.

– ¡Qué va a ser!

Con semejante noticia le conté a Torres quien no dudo ni un instante. Entonces concretamos una reunión en el Bolívar bolo club porque “Seki” como lo apodaban, era muy aficionado a los bolos. Nos reunimos Jorge Rangel, Jaime Valdés, Daniel Torres y Sekularac. Subimos al segundo piso para almorzar y comenzamos a hablar. Dragoslav nos preguntó cómo era el torneo. Jorge le explicó que era el mejor torneo de fútbol aficionado y que quizá podía encontrarse con varios compañeros del fútbol profesional colombiano.

El jugador preguntó si podía ver las fotografías del hexagonal, y Torres al ser el dueño de Fotorres para ese entonces, le dijo que no había ningún problema porque él llevaba registro del torneo.

Para ese mismo día Sekularac tenía algo que hacer, entonces decidimos vernos al otro día en el mismo lugar. Luego de eso, nos pusimos en la tarea y buscamos fotos, recortes en periódicos, armamos el folder y volvimos al día siguiente.

Le presentamos las fotografías durante el almuerzo. Seki le gustó y dijo que aceptaba la invitación. Después de eso, Daniel le hizo la pregunta complicada.

– Bueno y ¿cuánto cobra usted por el torneo?

– ¿Cuántos partidos son?

– Son cinco, es un hexagonal.

– Mmmm. Deme diez mil pesos por los cinco partidos.

– Le doy ocho mil.

– Hagamos una cosa. Si llegamos a disputar el título, no a ganarlo, me da diez mil, ¿le parece?

– Listo. No hay problema.

Eduardo Lemus

 

En la imagen: Dragoslav Sekularac en el hexagonal del Olaya Herrera. Revista Memoria Viva. Diciembre de 2009. Archivo de Bogotá. Edición conmemorativa. Número 2. La fotografía fue publicada originalmente en diciembre de 1972 en El Espectador.

Con aquel trato Dragoslav Sekularac, quien había brillado en el equipo Estrella roja de Belgrado, participaría en el equipo Fotorres. Disputó cinco partidos y su equipo quedó segundo luego de perder en el último partido 1-0 contra el equipo Sindiley. Desde la llegada de “el Pelé blanco” apodo que le dieron al jugador yugoslavo, según Eduardo Lemus, el torneo aficionado más antiguo de la capital se dividió en dos: el antes y el después de Sekularac. Parra no discierne con esto, pues su recuerdo de aquel campeonato dice él, es uno de los mejores que ha tenido en el Hexagonal -a Sekularac uno no lo veía todos los días, y aunque llegó en su carro escoltado por la policía y con la gente siguiéndolo, fue un espectáculo verlo jugar, y más gratis. Fue tanta la dicha que había gente viendo el partido en las ventanas y las terrazas que daban al estadio-.

Luego de la actuación del yugoslavo en el torneo, comenzó a participar otra oleada de jugadores profesionales. Las gradas de pasto se siguieron llenando en su totalidad, se mejoró el terreno polvoriento a un pastizal con la ayuda del IDRD en el año de 1980, el lugar comenzó a tomar forma de estadio y el hexagonal se afianzó como uno de los torneos más importantes en el fútbol aficionado colombiano.

En 1982, Jimmy Parra jugó su único hexagonal con el Club Deportivo Olaya Herrera y para ese mismo año un nuevo equipo hizo su debut en el torneo. Con una hinchada fiel que acompañaba en cada partido, vestida de blanco y verde, el Club Deportivo La Equidad se estrenó en la competencia con el portero más joven de aquellos años y que luego se consagraría como uno de los mejores arqueros de Bogotá, Eduardo Niño (14 años y 9 meses). Parra recuerda este equipo como un rival digno. Además, fue un honor jugar contra ellos, pues si bien esa edición se coronaron campeones, este equipo del sur occidente de la capital fue más allá y dio pasos gigantescos en el fútbol colombiano que lo llevaron en el 2006 a lograr el ascenso a la primera división del fútbol colombiano, de la cual por ahora no ha descendido. El equipo asegurador se mantiene vigente en el torneo del Olaya y se ha destacado por ser uno de los equipos más competitivos y campeones del certamen.

En la imagen: Equipo Seguros La Equidad. Revista Memoria Viva. Diciembre de 2009. Archivo de Bogotá. Edición conmemorativa. Número 2. La fotografía fue tomada en 1983 y pertenece al archivo del Club Deportivo Olaya Herrera.

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Desde entonces la Copa Amistad del sur con el pasar del tiempo, las anécdotas y los grandes campeonatos se convirtió en el evento social y deportivo identitario de barrio Olaya Herrera. Jimmy Parra recuerda que el año 2007 fue especial para el hexagonal, ya que además de ser reconocidos como Evento de interés cultural capitalino por el distrito, también lograría el patrocinio y el acuerdo con el IDRD más importante del torneo que daría el espaldarazo para que el estadio actualmente cuente una grama arreglada, dos camerinos, una gradería con capacidad para 2.500 personas, salones administrativos, seis cabinas de transmisión y una cancha alterna.

“El patrocinio siempre ha sido muy complicado. Uno como directivo siempre se pone en la tarea de buscar un auspicio de peso que ayude a realizar la competencia. Recuerdo que ese 2007 un amigo me dijo que fuera a la alcaldía de Bogotá a inscribirme en un programa del distrito porque el alcalde estaba conociendo las necesidades de las personas y quizá me podía ayudar con algo. Entonces yo hice una llamada a la Alcaldía, me tocó hacer algunos papeles y solicité una cita con el Alcalde.

A los 8 días de haber pedido la cita, me llamaron al despacho del Alcalde. Me acuerdo que esa mañana fui al Palacio de Liévano, me recibieron muy formales y hasta tomé tinto con el alcalde Eduardo Garzón que ya iba de salida. Le conté sobre el torneo y él se interesó mucho, la verdad “Lucho” Garzón nos ayudó bastante, condonando los impuestos de la época, colaborando para agilizar la remodelación del estadio, y también en lo económico, pues a través de él tuvimos contactó con ETB y logramos el patrocinio por dos años con esta empresa”.

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En la imagen: Aficionados viendo un partido desde las casas aledañas a la cancha. Revista Memoria Viva. Diciembre de 2009. Archivo de Bogotá. Edición conmemorativa. Número 2. La fotografía fue publicada originalmente en enero de 1973 en El Espectador.

Llegar a los cien partidos en el Hexagonal del Olaya es sin duda el recuerdo más bonito que tiene Nelson Guzmán en el fútbol aficionado. Nunca se imaginó que aquel muchacho de 15 años que debutó en el año de 1989 con la ayuda del técnico Eduardo Cañón, y rodeado de jugadores como Lorenzo Nazarith, Orlando Betancourt, John Persi Moncada, John Jairo Calvo y Ricardo Herrera, se convertiría en un icono de la Copa Amistad del Sur. Fueron 22 ediciones, 106 partidos, 8 campeonatos, 7 equipos, 3 descensos y un récord como el jugador con más partidos jugados, lo que llevó a Nelson Guzmán a consagrarse con la humildad y sencillez que lo identifican, como uno de los jugadores más importantes del Hexagonal del Olaya.

“Yo recuerdo que ese partido número cien lo disputé en la cuarta fecha, aunque en realidad esos cien partidos se cumplían en la tercera fecha del hexagonal. Para ese 2014 tuve una encrucijada por ética profesional, ya que en la tercera fecha me iba a enfrentar con algunos exalumnos de las divisiones inferiores que dirigí en Santa Fe. Entonces preferí esperar al siguiente partido y recuerdo muy bien que para esa tercera fecha me tenían una linda placa y se sorprendieron al ver que yo no estaba convocado de aquel día.

Para la siguiente fecha además de cumplir los cien partidos en el Olaya, también estaba la linda oportunidad de consagrarme campeón con Nacional de Eléctrico vs. Centenario – Kimo (el mismo equipo que en 2011 me dio la oportunidad de jugar 3 partidos con el Pibe Valderrama). Sabía que tenía que tomar ese partido con la misma seriedad y responsabilidad con los que jugué los 99 anteriores, además mi familia que siempre me ha apoyado, estaba en la gradería y sentía una responsabilidad de devolverles todos esos veinticinco de diciembre y primeros de enero que me acompañaron a la cancha o que comprendieron mi situación con el torneo, les quería devolver ese gran sacrificio que hicieron. Y lo logré, aquel domingo quedamos campeones y obtuve ese lindo reconocimiento en el torneo.

El hexagonal para mí fue esa linda posibilidad para mantenerme como jugador de fútbol profesional, pero también ese torneo me enseñó a querer más al futbol. Allí aprendí muchas cosas las cuales hoy se las puedo transmitir como entrenador a los muchachos de las inferiores de Santa Fe, y, sobre todo, diría que me tendría que llamar como el artista Roberto Carlos, porque el fútbol me ha dejado un millón de amigos”

Nelson Guzmán se consagra campeón del torneo del Olaya. Fotografía: Archivo personal Nelson Guzmán.

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Conmemorando los 60 años, la Copa Amistad del Sur cambio su metodología y se convirtió en octagonal en este participaron: Club Olaya Herrera, Club Deportivo Centenario, Club Nacional de Eléctrico, Club Caterpillar Motor, Club Deportivo Maracaneiros, Club Deportivo Monserrate, Club Deportivo Equidad seguros y Club Plata Vinotinto y Oro.

Este torneo se comienza a organizar desde el mes de marzo, donde se cita a una reunión por mes a los equipos afiliados al torneo. Durante este lapso se realiza el cronograma de las reuniones, las citas, fechas, programación, patrocinios, reglamento, código de penas y sanciones, etc. El 20 de octubre se confirma la participación de los equipos y se realiza una reunión semanal para comenzar a ultimar detalles del torneo el cual inicia aproximadamente cada 20 de diciembre.

Para unos la edición sesenta del Torneo del Olaya fue su mejor experiencia y para otros fue un gran bache que se logró superar.

Por un lado, el presidente de la competencia, Jimmy Parra recuerda ese 2019 con angustia: “Ese año fue algo complejo para el torneo, pues había cuadrado con un político un arreglo de publicidad. Estuve en la oficina de comunicaciones de la Alcaldía donde él me iba a ayudar. Yo pasé la propuesta y todos los documentos necesarios para lograr una colaboración, habíamos estimado alrededor de unos sesenta millones de pesos (lo que se necesita para hacer el torneo). La plata se comenzó a demorar y el torneo cada vez estaba más cerca, pero él me decía que no me preocupaba que la plata en cualquier momento la aprobaban.

Pasadas las votaciones por la Alcaldía y el Concejo, me llamaron el 30 de octubre de comunicaciones a decirme que tenía solamente diez millones para el patrocinio del torneo y no tenían más. Estando a un mes del torneo, me tocó endeudarme para poder solventar el resto del dinero. No podía echarme atrás porque el torneo ya estaba organizado, los equipos ya se estaban conformados y me tocó buscar plata hasta donde no tenía para poder completar lo necesario para costear el torneo. La verdad es que a mí me contaron que nunca se concretó el monto final de ese patrocinio, por eso me dieron esa cantidad y cuando fui a buscar a la persona con la que estaba realizando el trámite, se desapareció”

Por el otro lado, para la misma edición, Sebastian Agudelo se estrenaba en el torneo y su recuerdo, dice él, es uno de los más bonitos que le ha regalado el fútbol: “El torneo fue de menos a más, pues comenzamos con un empate, pero luego fuimos ganando. Mi llegada a La Equidad fue difícil, ya que soy de Pereira y llegar a una ciudad como Bogotá y a un equipo de nombre como lo es el equipo asegurador genera responsabilidad. En el 2017 y 2018 fueron años complicados, pero en el 2019, mejoré y fui tomando un campo en la alineación inicial, así como lo hice en los otros 4 partidos del Olaya donde pude tener participación. La final no fue fácil. Nosotros veníamos preparándonos muy bien en los entrenamientos porque sabíamos que teníamos que ganar o ganar para lograr ese campeonato, entonces las charlas y las tácticas no faltaron, además, ya nos habíamos enfrentado con el Club Plata Vinotinto y Oro y sabíamos cómo jugaban.

Ver el estadio lleno con mi familia en la grada fue muy lindo. Para esa edición fue Higuita y era un honor que él disfrutara de nuestro fútbol. El partido fue duro, comenzamos perdiendo, pero tuve la oportunidad de marcar 3 minutos después de que se abriera el marcador. Luego no volvieron a meter un gol y el primer tiempo finalizó. Estábamos algo cansados pero mentalizados en la victoria. Para el segundo tiempo salimos con todo, logramos cambiar el marcador y ponernos 3-2 arriba, así que comenzamos a manejar el partido. Desafortunadamente en la última jugada cobran un penalti en contra y lo concretaron. El partido terminó 3-3 y nos fuimos a penales. Gracias a Dios mis compañeros marcaron y el portero atajo 2 pelotas, para así nos consagramos campeones de la Copa Amistad del Sur 2019. La verdad fue una experiencia bonita y un torneo importante para mí”

Sebastián Agudelo, campeón del Torneo hexagonal del Olaya en su edición número 60. Enero de 2020. Fotografía: archivo personal Sebastián Agudelo.

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El fútbol y el torneo del Olaya se convirtieron en esa bella excusa para hacer de un deporte algo más allá de una pelota y dos equipos. Esta competencia se volvió un baluarte para Bogotá como para el balompié colombiano, pues logró hacer que los barrios se reunieran, que los jugadores que pasaron allí como Sebastián Salazar, John Velázquez, Andrés Chitiva, Carlos Valderrama, Radamel García, Neco Martínez, Arturo Boyacá y muchos otros fueran aplaudidos, ovacionados y quizá criticados por los asistentes que año tras año van a disfrutar del fútbol y también del “tercer tiempo” pues el chicarrón, la morcilla y la cerveza son un gran acompañante en este torneo.

La competencia del Olaya seguirá existiendo hasta que Dios lo permita, afirma Parra. Después de 60 años, el modelo cambiará y se hará un torneo octagonal, ya que la copa 2019-2020 fue una gran edición con esta estructura tanto en la categoría de mayores, como en la de prejuvenil y la de futuras estrellas.

La edición número 61 inicia el 13 de enero tras las contingencias de salud ocurridas en la ciudad en la primera semana del 2021 y se planea que concluya el 31 del mismo mes. Fechas que se establecieron tras la emergencia sanitaria y gracias a los diversos trámites que se hicieron para que este torneo fuese una realidad. Nacional de Eléctricos, Olaya Herrera-La Candelaria, Centenario, Maracaneiros, Monserrate, Caterpillar motor (equipo que, pese a su descenso en la edición previa, tomó la casilla de Equidad Seguros que canceló su participación) y los nuevos equipos, Nottigham y Alianza se enfrentarán en el estadio Olaya Herrera para lograr la gloria del torneo de fútbol aficionado más importante de Colombia, eso sí, con las debidas medidas de bioseguridad y sin la presencia del público que nunca antes dejó de animar la competencia desde las graderías.

La Copa amistad del Sur fue, es y será uno de los torneos más importantes de fútbol aficionado de Colombia y su historia lo consagra como algo más que un torneo de barrio, algo más que simple fútbol.


Responder a “Más que un torneo barrial”

  1. Javier Peñafort dice:

    Gracias por este artículo. Que Dios tenga en su gloria al doctor Mike Forero Noguez. Lindo ver como algo sencillo creció y hoy es algo muy importante.

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