Un niño que sufría desplantes y malos tratos de su padre, al crecer queda con secuelas de ese trágico dolor y al sentirse estresado y en problemas cae en un sueño profundo.
El 20 de julio es uno de los barrios más importantes y de mayor trayectoria de Bogotá, no solo por la fe al templo del Divino Niño, sino por toda la historia socio–cultural que tiene.