Un niño que sufría desplantes y malos tratos de su padre, al crecer queda con secuelas de ese trágico dolor y al sentirse estresado y en problemas cae en un sueño profundo.
Los lazos de sangre no son los únicos fuertes y determinantes para el ser humano, menos en tiempos de crisis, por eso ahora la amistad gana protagonismo.