Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Retratando a mi maestra

El legado que dejó Briggitte Sedano, sus enseñanzas, y su espíritu de lucha son unos de los atributos que espero el mundo conozca.

Perfil realizado para la clase de Taller de géneros periodísticos (cuarto semestre, 2021-2), con el profesor David Mayorga.

Yo era una chica insegura, excluida y que estaba perdida en la multitud que había en mi colegio, pero la llegada es un ser tan especial, que poseía un espíritu diferente y rejuvenecido, fue lo que me permitió expandir mi horizonte y mi perspectiva de la vida, fue como una segunda madre y sin duda también lo fue para muchos otros. Esta es la vida de Brigitte Sedano, una docente sin igual.

Eran las 7:30 a.m. del año 2016, y como de costumbre los alumnos del colegio Girón de Blancos estaban comenzando sus clases en cada una de las aulas correspondientes. Yo era una pequeña niña de octavo grado, no tenía muchos amigos, siempre me sentaba en la fila del frente como la típica “lamebotas de la clase”. No recuerdo la hora o la fecha exacta, pero escuché la puerta del aula de clases abrirse, vi entrar una mujer que realmente me cautivó: su belleza, su porte y su inigualable juventud a comparación de los demás profesores de la institución era abrumadora. De inmediato supuse que era la profesora de inglés, <<ya me hacía falta>>, pensé, pues no teníamos docente de esta asignatura desde hacía algunos meses.

“La primera impresión fue extraña, me pareció demasiado bella, al verla no imaginé que fuese una profesora, creí que era alguien que estaba de visita en el colegio. Pero cuando en formación se presentó como la nueva profesora de inglés fue inefable, tan hermosa y tan imponente, […].  En ese momento no logré imaginarme que estaba frente a alguien cuya intervención en mi vida marcaría un antes y un después”.

 

Briyith Ardila Torres

Egresada de Girón de Blancos, de la promoción 2019  

Esta mujer se paró en frente del escritorio de docentes, saludó y de inmediato se presentó como Brigitte Sedano, nuestra nueva profesora de inglés, y ahí mismo, en ese pequeño lapso de tiempo me di de cuenta de que aquel típico estereotipo de las profesoras de inglés era verdad, cautivaban a sus alumnos con su belleza y su sabiduría, y la verdad es que esto se corroboraba con el comportamiento de mis compañeros, pues incluso a pesar de que no la conocían los muchachos le lanzaban piropos y le hacían señas pícaras con sus rostros, y la respuesta de esta extraña mujer era una gran carcajada.

Pasaron los meses y Brigitte comenzaba a acoplarse cada vez más a nuestra institución. Se había convertido en mi profesora favorita, sus clases eran las que más anhelaba, además de que me iba bien en la asignatura que ella dictaba.

Pasó un año y yo ya estaba en grado noveno, mi profesora estaba en embarazo, con el paso del tiempo su estómago se hacía más grande; recuerdo que la mayoría de las veces entraba con una sonrisa al aula de clases, aunque no hacía falta el día que llegara de mal genio, y ¡ay, Dios santo!, llegaban los dolorosos. La verdad no sé si era mi impresión, pero cuando la veíamos molesta el trabajo se ponía pesado. Preguntaba más, pedía participación y exigía que pasáramos al tablero, definitivamente eran de los días que no queríamos que llegaran.

Pues, primero, diría que tenía un poco de favoritismo, siempre escogía a los mejores, obviamente, pero pues no esperaba de los que hacían menos o no esperaba de los demás, pero siempre tenía su favoritismo. Igual en las exposiciones, escogía a estudiantes, pero no escogía a todos […]. Tanto los problemas que tuve con ella y la convivencia digo que…, lo que ella había dicho y lo que ella siempre dijo fue bien, fue cierto, me doy cuenta ahorita, ya que soy una persona con una mentalidad, digamos, más madura […], yo en esa edad era alguien muy inmaduro […] como dice el dicho, <<hablaba y no pensaba>>, entonces veo que estuvo bien lo que ella dijo, me doy de cuenta de que el que las cagó fui yo […].”

 

Sebastián Torres Baquero

Exalumno de la institución Girón de Blancos

Era 2018, la profe fue incapacita por licencia de maternidad. Llegó un profesor temporal en remplazo de ella, era buen docente, aunque la verdad no recuerdo bien su nombre ni su rostro. No sé la fecha exacta, pero nuestra profesora de inglés había vuelto, estaba feliz de contarnos que había tenido una niña que había nombrado María Victoria. Mis compañeras le pedían que les dejara ver la cara de aquella criatura, y dentro de ellas estaba yo, no puedo negar que sentía curiosidad de ver aquel pequeño ser que había sido concebido por esa estricta pero alegre profesora de inglés. Ahora que lo pienso, y cambiando de tema, la profe Brigitte tenía un estilo de vestir bastante particular, a veces llegaba al colegio con botas de estilo Brahma, una chaqueta permeable acolchada de color azul y jeans, o ruanas de lana colorida, pantalones anchos que hacían notorias sus piernas delgadas; su estilo era un poco despreocupado, pero natural, definitivamente le daba el aspecto de una típica bogotana friolenta.

Creo que fue en ese mismo año que llegó al colegio la profesora Lorena y la profesora Leidy, una dictaba clases de Ética y la otra de Química y Biología. Fue hasta después de un tiempo que me di de cuenta de aquella bella relación que habían forjado ellas y los demás docentes con la Profe Brigitte.

 “Cuando llegué a la institución, recuerdo claramente que la profe Brig fue la primera en recibirme y hablarme. Ese día estaba bastante desorientada frente a muchas cosas del colegio y ella simplemente me dijo que estuviera tranquila, que cualquier cosa ella me orientaba. Y así fue, la mayoría de las veces ella estuvo disponible y dispuesta a ayudarme en cualquier cosa, y con el tiempo y la ruta de viaje se forjó una amistad. Los temas de conversación trascendieron de lo laboral a lo personal y siempre hubo una sonrisa de su parte”.

 

Lorena Moyano Acevedo

Docente de la institución Girón de Blancos

Llegó el 2019, ya estaba en aquella etapa en la que cualquier estudiante desea abandonar el colegio, y para la profe comenzaban a surgir algunos problemas. Admito que éramos un curso bastante complejo, los profesores comenzaban a hacer notorias sus quejas y disgustos con nuestra irresponsabilidad como alumnos, y creo que tenían todas sus razones; la verdad, habíamos dejado de poner atención a la mayoría de las clases y las tomábamos de “recocha”, sinceramente puedo decir que hubo una especie de descontrol total.

“Ella era muy extrovertida, era de ambiente con nosotros, pues también recuerdo que ella se la pasaba también con un poco de mal genio porque ella era nuestra directora de curso, y pues nosotros éramos solo un poquito, un poquito desobedientes y… muy… no tan responsables con nuestros trabajos, entonces ella siempre mantenía recibiendo quejas de los otros profesores y pues… […] llegaba siempre a darnos charlas motivacionales, ella siempre contándonos eh… algunas veces derramó unas lágrimas, sí, como ella quería que nosotros fuéramos alguien en esta vida […]”.  

 

Jherson Torres Hernández

Egresado de Girón de Blancos, de la promoción 2019   

Realmente puedo decir que ella estaba frustrada, sus charlas motivacionales y regaños siempre me resultaron impactantes pero benéficos, siento que me hacían reflexionar. Pero a diferencia de mi situación no todos recibían de igual su manera de reprendernos, pues a veces les resultaba tediosa o molesta.

 “Fue nuestra directora de curso, nos ayudó, nos apoyó en ciertas cosas, tanto en cosas de estudio como emocionales, era un apersona con la cual nos podíamos sentar a hablar con ella y… sí, pero llegaba un punto en el que ni siquiera nos entendía, o sea, simplemente el hecho de que ella se ponía a hablar con nosotros y uno le contaba cómo se sentía, pero a ella le daba a la vez igual, porque era una de las que decía << no, es que usted puede>>, siempre motivándolo a uno sin saber en realidad lo que sucedía; o sea, era una persona muy rara. […]. También llegaba un punto en el que era una persona tan fastidiosa, tan cansona, que… para ella… o sea, debíamos ser superperfectos, […] llegaba un punto en el que no le prestábamos atención, no le prestábamos cuidado”.

 

 Laura Valentina Céspedes Jaramillo

Egresada de Girón de Blancos, de la promoción 2019  

Pero a mi parecer había algo que me daba “mala espina”, algo no encajaba como debía de ser, algo me decía que ella estaba frustrada por otra cosa, pues a pesar de querer conservar una sonrisa, había momentos en los que realmente la notaba decaída y agobiada, pero la verdad no le presté mucha atención en el debido momento.

Finalmente me gradué y perdí por completo contacto con la institución y con la profe, ya había entrado en la universidad, estaba bastante ocupada con mi nueva vida hasta que llegó la pandemia. La verdad, tenía pensado volver a verla, ir al colegio y visitarla para mostrarle cómo era mi vida en la ciudad y dejarle ver la persona en la que me estaba convirtiendo. Tenía esperanza de quejarme y decirle las luchas y las cosas locas que había vivido, pero un día, 29 de noviembre del 2020, en la iglesia de Ubaque, mientras bautizaban a mi primo, la señora Elizabeth (la mamá de un compañero) me dijo: “La profe Brigitte tiene cáncer”. El mundo se detuvo para mí. De inmediato pensé <<mierda, está bien, es cáncer, al menos no está…>>. “Está muerta”, dijo Elizabeth con tono tembloroso, y como si fuera una película de tragedia comenzó a llover. ¿Cómo podía ser eso posible?, ¿qué pasa con mis quejas, las historias que quería contarle, mis logros, mi vida universitaria? ¿En serio no podré contarle nada?

Finalmente debo decir que ella era un ser humano a pesar de todo, con defectos y virtudes, con cosas que la hacían una persona excepcional y que la hacían tan humana como cualquiera de nosotros. Nadie es perfecto y menos una docente que debe lidiar con los retos de ser mamá, hija, hermana, amiga y consejera. Me quedan de moraleja sus palabras que, sin lugar a duda, reflejan la esperanza que tenía en cada uno de nosotros como personas, y espero dejar en claro que jamás olvidaré las charlas, los regaños y las últimas palabras que tuve el privilegio de escuchar de su boca.

“Mis muchachos, reciban mis mejores deseos y el éxito que se merecen para esa tarea que tendrán que enfrentar. Sepan que no están solos, su familia, su colegio, los acompañarán siempre”.