Internet se ha vuelto para los niños un chupete digital que entretiene y nubla la capacidad para enfocarse, pensar y crear.

Investigación realizada para la clase de Comunicación estratégica en la web 4.0 (octavo semestre, 2021-2), con la profesora Catalina Restrepo.

La web es un espacio universal donde se comparte información, conocimientos e ideas. Una herramienta que, desde su creación, como lo indica Tim Berners-Lee, buscaba generar oportunidades y beneficios para la sociedad. Sin embargo, con la evolución tecnológica y poco control de la red, se incrementaron los riesgos, en especial para los menores de edad.

Con el creciente uso de la tecnología, los niños y las niñas están expuestos a diferentes contenidos, los cuales entretienen, pero también limitan su capacidad de socialización. Las habilidades ya no solo se adquieren a través de la vida cotidiana que tiene el menor de edad, pues, hoy en día, la infancia se encuentra en una era digital que los obliga a hallar estos elementos a través del internet y las redes sociales.

Una de las características más grandes de esta nueva web es el uso de herramientas para potenciar la interacción digital, haciendo uso de algoritmos que logran filtrar información, mostrando un contenido de interés, el cual sumerge al niño en una experiencia completa del ciberespacio que se encarga de optimizar procesos para el ser humano.

 ¿Qué hay detrás de todos estos nuevos avances? En el libro “Acepto las condiciones” nos exponen que “veinte años después de la masificación de internet esta plataforma ha dejado de ser concebida solo como una herramienta de inclusión. Hoy genera y amplifica nuevas formas de control, influencia y manipulación, pérdida del autocontrol o sobrecarga cognitiva” (Cobo, 2019, p,5).