El secreto revelado
Reportaje realizado por Alejandra Díaz Sandoval para el Semillero de investigación sobre periodismo cultural con el profesor Manuel Corredor.
Visitar un museo, apreciar una exposición de arte, son experiencias conmovedoras y que nos mueven de distintas formas. Pero pocos saben sobre el proceso que ocurre para que podamos contemplar estas obras. ¿Cómo es el periplo de estas obras que tenemos ante nosotros?
La consolidación de una muestra depende de más de 50 personas que intervienen en su exportación, transporte, custodia y cuidado. Más allá de una expresión artística, muchas de las obras que llegan a Bogotá requieren de un proceso que hasta hoy sigue siendo un misterioso para muchas personas de la sociedad.
El Museo de Arte, Miguel Urrutia (MAMU), hace parte de la infraestructura cultural del Banco de la República de Colombia y es uno de los museos de arte contemporáneo más conocidos de Bogotá. Ubicado en un edificio adyacente al Museo Botero y al Museo Casa de La Moneda, en sus salas de exposición se han exhibido en los últimos años obras de artistas como el brasileño Vik Muniz (2013), el sudafricano William Kentridge (2014), o muestras de artistas canónicos como Los Carpinteros de Cuba (2017). El MAMU, al igual que muchos museos en el país, debe exportar obras desde diferentes partes del mundo, cumpliendo con reglamentos y condiciones internacionales para que la exposición de dichas obras sea una realidad. Es decir, el trabajo que seguramente muchos de nosotros no comprendemos, es la sumatoria del trabajo de más de medio centenar de personas que unen esfuerzos para presentar una nueva realidad: obras de arte.
Nicolás Gómez, curador del MAMU, fue uno de los encargados de llevar a cabo la exposición llamada ‘El Sueño de la Razón’, cuyo eje principal es una amplia reprobación a la idea de perfección, cuadrícula y orden lógico. A pesar de su importancia académica, esta exposición representa solo un ejemplo de lo que se requiere para llevar a cabo una muestra artística de este talante, pues debieron exportar obras pertenecientes a la colección ‘La Caixa’ de Arte Contemporáneo desde Barcelona a Luxemburgo y finalmente a Bogotá; es decir más de 10.053 km recorridos con buses, avionetas de carga y camiones.
Definitivamente es un proceso extenso. Lo primero que se requiere es la validez visual, pues inicialmente la propuesta debe ser aprobada por un comité curatorial supervisado por un Comité Asesor de Artes Plásticas.. Después de eso, llega la financiación; en este caso, un comité interno debe acreditar el pago de dicho procedimiento. El curador Gómez especifica un poco más el proceso “cuando inicia el proyecto, ,el proceso de importación temporal de las obras debe tener en cuenta condiciones óptimas de conservación y manipulación, por lo cual debe contratarse a una empresa especializada en obras de arte. Estas deben estar amparadas por un seguro especial, que en este caso funciona desde su salida, durante el trayecto, su exhibición y su retorno’’.
La puesta en escena de una obra de arte es un tema complejo de tratar,el video contiene imágenes reales de cómo se ve una exposición antes de abrirse al público.