Diccionario de la pandemia: Familia
En Lenguaje Escrito II se pusieron el reto de entender cómo ésta pandemia ha transformado el amor, el trabajo, la familia, el estudio y otros aspectos.
Diccionario realizado para la clase de Lenguaje Escrito II (2020-1, segundo semestre), con el profesor Juan Sebastián Jiménez.
Esta semana llega la segunda entrega del diccionario que los y las estudiantes construyeron a partir de la redefinición de diversos conceptos a la luz de la coyuntura actual, y el turno será para la Familia.
En estos textos pasaremos por temáticas tan complejas como la aceptación, el divorcio y la violencia intrafamiliar y por otras más comunes como los roles que cada persona juega al interior de su familia, las tías insoportables, los hermanos menores y el poder de los lazos más allá de la sangre.
Si se perdió la primera entrega, vea aquí la definición de Amor. Y espere cada semana una nueva entrada de este diccionario.
Una familia, un solo amor
Por Nicolás David Tovar Sánchez
Definición: familia es un conjunto de personas unidas por lazos sanguíneos y afectivos, teniendo como núcleo el amor, siendo este el lugar al que siempre volveremos.
La familia siempre ha ocupado un lugar importante en la vida de un gran porcentaje de las personas, porque independientemente de que en ocasiones se tengan altercados, problemas o cualquier tipo de diferencia en la que no todos los miembros de la familia estén de acuerdo con nuestro punto, siempre se encuentra la forma de arreglarlos.
Considero que el amor es ese valor fundamental que debería estar en toda familia, este está ante todas las cosas, aunque hasta este momento yo esté idealizando a la familia, no es así porque dentro de mi visión de lo que es la familia también caben las que no son “normales”, según los estándares de la sociedad; más allá de un lazo sanguíneo, el lazo más fuerte es el amor, una madre cabeza de hogar hace lo que sea por el amor que le tiene a sus hijos.
En mi caso, cuando era pequeño, con mi hermana siempre discutíamos por cosas innecesarias, y de un momento a otro ya estábamos jugando y riéndonos de nuevo, pero creo que eso pasa en toda relación de hermanos. Aunque en la actualidad en ocasiones no estamos de acuerdo con algunos de los ideales que los dos profesamos, luego de una fuerte pelea que tuvimos en el año 2016 reconocimos que, sin importar lo que pasara, siempre seremos familia. Los dos hemos cometido errores que en primera instancia nunca pensamos en perdonarnos, pero son los lazos los que nos mantienen unidos a pesar de las diferencias.
Gracias a la cuarentena, me he dado cuenta de lo olvidada que tenía a mi familia y en especial mi relación con mi hermana, ya que ella no vive conmigo y mis padres. El olvido en el que tenía a mi familia se debe al constate ajetreo al que estamos acostumbrados, en el que siempre esperamos a lo que pasará mañana, pero no vivimos el presente, y creo que el sistema con el que está conformada la sociedad nos acomoda a ese tipo de vida en el que tenemos la necesidad de cosas innecesarias que nos ayuden a “mediar” con nuestras propias relaciones personales, entre ellas la tecnología, aunque en cuarentena fue ese medio esencial que unió varias familias y de hecho este mismo fue el que me mantuvo al tanto de lo que pasaba con mi hermana.
Nunca en mi vida había estado tan cerca de mi familia y lo digo en el aspecto de hablar por tiempos prolongados: tener tardes de juegos de mesa o noches de Netflix, y con este tipo de actividades me ayudaron a cambiar un poco la imagen que tenía sobre mis padres, porque siempre los condenamos por cosas que hacen por protegernos -sin llevarlo al límite, porque también hay padres que sobreprotegen a sus hijos y eso hace que los niños o jóvenes dependan demasiado de ellos-.
Pero volviendo a lo de la imagen de los padres, mi relación con mi padre siempre fue muy alejada y nos habíamos acostumbrado a solo buscarnos cuando necesitábamos un favor uno del otro, y poder compartir la lectura de un libro con él me hizo darme cuenta de que, a pesar de no demostrar nuestros sentimientos con frecuencia, no quiere decir que no los tengamos, y esto se debe a las experiencias de vida que hayamos tenido en el pasado.
En mi definición de familia mencioné que la familia es ese primer lugar al que siempre volveremos, pero ¿por qué el primer lugar? Es el primer refugio que tuvimos y en el que siempre nos sentimos seguros. Así, bajo las circunstancias que vivimos, pensé que si me iba a pasar algo debía estar con mi familia. Me pasa que después de un día pesado lo único que quiero al finalizarlo es estar sano y salvo en mi casa, una vez me pasó que casi termino en la cárcel y lo único en lo que pensaba era en mi familia y la reacción que ellos iban a tener, pero no pasó.
Hace unos días hablaba con mi hermana y me expresó el deseo de querer volver a casa para sentirse segura y alegre, pues al estar cerca de la familia muchas cosas se aclaran, dan una nueva visión para tomar decisiones, y es por eso por lo que en tiempos difíciles como por el que estamos pasando, la familia es la que nos hace sentir a salvo.
El verdadero significado de familia
Por Natalia Andrea Carvajal Rodríguez
Considero que familia se le denomina a todo un conjunto de personas, que son de la misma o diferente sangre, y que siempre están apoyándose y compartiendo los momentos más importantes de cada uno.
La familia está para ser un apoyo, pueden irse los amigos, la pareja, pero es la familia la que siempre estará ahí para dar un abrazo cuando más se necesita; sin embargo, hoy en día tristemente las familias son inestables y con muchos problemas, causando episodios de estrés, y en el peor de los casos, maltrato intrafamiliar, tanto emocional como físico.
Por ejemplo, conozco el caso de una amiga que se separó de un hombre posesivo y drogadicto con el que tiene ahora un hijo de once años, el señor nunca respondió por su hijo y ahora él hace lo posible por hacerle la vida imposible a ellos. El niño sufre de depresión a causa de los problemas de sus padres y sumado con otras cosas, como que el padre intentó violarlo… es toda una tragedia por la que tienen que pasar, esto ha traído grandes repercusiones para la vida del niño que no tiene culpa alguna.
Esto, para decir que las familias se desintegran cada vez más, aumentan los divorcios y los hijos tienen que llevar esa culpa que, dependiendo de la edad, puede ser más o menos traumático para su vida, a su vez, también he conocido otros casos, sobre todo de hijos en donde el padre se ausenta, y aunque es su familiar y por el hecho de darle la vida debería amarlo, en realidad no lo hacen, y es que no podemos amar a alguien con quien no compartimos, o que nunca ha estado presente a lo largo de nuestras vidas, o peor aún, nunca se interesó por tener algún contacto. Por eso, yo digo que no siempre el que engendra es amado, en cambio, el que cría, cuida y protege sí lo es.
Y este es el caso de mi mamá, en cuanto ella nació, su padre la abandonó y no volvió a saber de él, así que mi abuela por mucho tiempo hizo el rol de padre y madre, hasta que conoció a un gran hombre a quien yo considero mi abuelo real, él le demostró el amor de un padre para con su hija y hoy en día ella lo ama y a su padre biológico apenas si lo recuerda.
Por eso, yo digo que el amor es como una planta, si no se cuida se marchita y donde no se siembra no se cosecha. El padre biológico de mi mamá jamás estuvo ahí para ella, en cambio, mi abuelo sí y él sin ser su misma sangre la amó y le dio todo lo que necesitaba económicamente sin esperar nada a cambio, eso es amor.
Y para concluir, yo por ejemplo, tengo dos hermanos mayores pero uno de ellos, Maicol, nunca estuvo conmigo, nos llevamos siete años de diferencia y lo que algún día compartimos fue muy poco. Hace unos cinco años mi mamá adoptó a Jonatan, a quien considero mi otro hermano, con él hemos compartido como familia y ha hecho más de lo que hizo Maicol en 26 años juntos; estuvo ahí conmigo cuando más lo necesité, me acompañó noches enteras cuando estuve enferma y nos ha ayudado a mí y a mi familia incondicionalmente. A él lo amo mucho, y no es que a Maicol no, pero el significado de familia es mucho más que pertenecer a la misma sangre, con Jonatan puedo hablar, reír, llorar y todo lo que se me venga en gana y sé que él estará ahí para mí, en cambio a Maicol lo veo escasamente en casa y jamás nos hemos sentado a hablar por un consejo o algo importante de nuestra vida personal.
Por eso, quiero hacer este llamado a reflexión en el que valoremos a todo aquel que sin ser parte de nuestra misma sangre, ha estado en las buenas y en las malas a nuestro lado dándonos ese apoyo absoluto.
Los juegos del hambre versión COVID
Por María Fernanda Silva Rangel
Definición: la familia es el conjunto de personas que comparten sangre y en la que se fundan los inicios de la personalidad de alguien, pero que no los obliga a convivir y a quererse.
Las reglas del juego son simples: o colaboras y creas alianzas con los otros participantes, o vas por tu cuenta al fracaso definitivo y las peleas constantes. ¿Cuál es el premio? Te preguntarás; la respuesta es sencilla: paz, tranquilidad y prevenir un regaño de mamá. Personas diferentes, que se pueden llevar bien o no, tratando de sobrellevar situaciones particulares hasta que todo a su alrededor vuelva a la normalidad. Eso es lo que nosotros llamaremos “Los juegos del hambre versión COVID”.
Nadie dijo que convivir con la familia sería fácil, no se puede esperar muchísimo menos. Literalmente son las personas que mejor te conocen y que por eso son las que más fácil te pueden herir. Sin embargo, en algunos casos igualmente son aquellas personas que a pesar de las diferencias te apoyan y están ahí para ti; y no hablo solo de nuestros padres sino también de nuestros hermanos (si tenemos el placer de tener alguno) porque como me decía mi mamá: tu hermano será lo único que te quede el día que tu papá y yo no estemos (dramáticas como siempre).
Para muchos la cuarentena ha sido una tortura completa, no solo por lo que esta implica (trabajo virtual, no poder salir, restricciones para todo, etc.) sino también por tener que convivir por obligación con nuestras familias. Personas que a duras penas pasaban tiempo en su casa ahora descubren sorpresivamente que en ese hogar también existen otros entes de los que antes no eran completamente conscientes.
Ahora todo es cuestión de trabajar en equipo y de cómo personalidades tan diferentes se pueden relacionar y sobrevivir sin matarse el uno con el otro. Cada integrante de la familia tiene un rol: está el obsesionado con la limpieza (en mi caso mi mamá); al que no le gusta ordenar ni limpiar, pero cuando lo hace deja todo impecable (mi hermano); el que a duras penas limpia, pero cocina e intenta ayudar de alguna otra manera (mi papá); y por último tenemos a aquella persona que no hace nada, evita hacer actividades domésticas y muy de vez en cuando la remuerde su consciencia ayuda de una u otra manera (tristemente esa persona soy yo). La pregunta ahora es: ¿quién desistirá primero en estos Juegos del hambre? (obviamente seré yo, pero intentemos hacerlo una sorpresa).
A pesar de todo, una de las grandes problemáticas familiares en este encierro no es solo la repartición del trabajo sino el choque entre personalidades. Si ya es muy difícil lograr que todos aporten en la misma medida, ¿se pueden imaginar lo complicado que es evitar los pleitos y fomentar la convivencia sana? Sobre todo, si entre integrantes no se llevan bien, porque esa sería otra carga más al estrés comunitario. No hay una solución concreta a esta clase de problemas, simplemente es imposible que la haya; lo único que te podría decir es que, en caso de ser una persona de temperamento fuerte como yo, lo mejor sería que te tomes tres gotas de valeriana y le bajes a tu rabia contenida porque nadie te aguantará por mucho tiempo. Y si, por el contrario, eres una persona muy tranquila y sientes que los otros solo te quieren joder la vida, trata de seguir manteniendo la calma y verás lo cerca que estás de ganar los juegos.
Felices Juegos del Hambre y que la suerte esté siempre de su lado.
Transformación del papel de los padres en la cuarentena
Por Laura Esperanza Rodríguez Mendoza
Definición: familia es un conjunto de individuos que tienen una relación de consanguinidad, un vínculo legal o que escogemos gracias a la confianza y al cariño durante un tiempo de conocernos.
Los padres son las personas que tenemos a nuestro lado desde que nacemos y durante gran parte de nuestra vida. Desde pequeños, son ellos los que nos enseñan desde las funciones básicas para vivir, como comer, caminar, hablar, bañarnos, etc., hasta cosas mucho más complicadas, como ecuaciones matemáticas, a colorear, escribir y leer, pues cuando regresamos del colegio nos ayudan con las tareas. Vamos creciendo y nos van enseñando sobre la vida, si algo es bueno o malo, y nos dan los pilares para formarnos como personas y para empezar a elegir desde la toma de decisiones pequeñas o de gran impacto en nuestras vidas. Definitivamente, no importa si estamos con nuestros padres juntos o separados, somos un reflejo de ellos, pues en algún momento tomamos algo que nos dijeron o enseñaron y lo aplicamos a nuestra vida. Ellos cumplen un papel fundamental en la vida de los hijos y en su crianza ya que, aunque sea enriquecedora o no la experiencia de ese niño, es algo que permanece en nuestro subconsciente y no se va jamás de nuestros recuerdos durante toda la vida.
Como dice una frase que escuchamos comúnmente en estos días “un padre no sólo es el que engendra sino el que cría”. Pero a pesar de que los padres están pendientes de los hijos todo el tiempo, también tienen que cumplir con otras responsabilidades, pues si no es sencillo mantener a una persona, mucho menos mantener la estabilidad de una familia. Hoy en día podemos ver cómo los padres están inmersos y sumergidos en el trabajo diariamente, podemos ver cómo en muchas ocasiones no hay una compañía constante a los hijos y así como vemos comúnmente que los padres son una figura presente y constante en la vida de sus hijos, también vemos a los padres que han tomado la excusa de dejar a sus hijos en el colegio para desprenderse de ellos y de la carga afectiva y educativa durante su infancia y juventud. Examinamos cómo piensan que la responsabilidad de educarlos es solamente de profesores y de instituciones, pues “fueron creadas para ello” y renuncian totalmente a la idea de que ellos también son los que forjan la vida, la personalidad y educación de sus hijos.
Sí, no lo podemos negar, los colegios e instituciones nos enseñan vastos conocimientos que no aprenderíamos tan fácilmente en el hogar. Nos enseñan a convivir con personas diferentes a las de nuestra familia, nos enseñan valores, la responsabilidad y a movernos en un entorno fuera de las cuatro paredes de nuestra casa. Nos preparan para entender que no todas las personas son buenas y que existen malas, que podemos encontrar personas con las que compaginemos, pero al mismo tiempo, algunas que detestemos y con todo el conocimiento académico y de convivencia empezamos a saber quiénes somos y cómo estamos actuando ante los demás. Sin embargo, los colegios siempre nos han dicho que la educación de los niños no es solamente tarea de profesores, sino también de los padres, porque no podemos construir algo en el colegio y destruirlo en la casa o viceversa, es una tarea conjunta. Entonces, ¿cómo ha cambiado el rol de los padres en esta cuarentena? Pues los padres que se desprenden de sus hijos solamente consigan en las cuentas de los colegios una pensión y dejan todo el trabajo a los colegios, hoy están con ellos 24 horas al día y en estos tiempos de crisis, son el ejemplo, el maestro, y sobre todo, el apoyo en cualquier aspecto de la rutina diaria.
Hemos visto cómo muchos padres se quejan de tener que brindarles tiempo a sus hijos, de ayudarles en las tareas, de acompañarlos en el proceso de aprendizaje, pues ahora los niños no pueden preguntar a los profesores con tanta facilidad, sino que tienen que pedir ayuda en sus casas. Algunos profesores reciben correos de los padres de familia protestando sobre el tiempo que tienen que invertir en sus hijos, diciendo “que no tienen tiempo para hacer todo, para hacer la comida, para arreglar la casa, para trabajar y para ellos mismo”, es decir, ¿antes de la cuarentena tenían tiempo para todo y ahora con sus hijos en casa, ya no?, ¿enviaban a sus hijos al colegio solamente para quitarse la responsabilidad de una compañía completa para ellos? En muchas familias de nuestra sociedad, la respuesta es sí. Simplemente le pasan la pelota a los profesores para que se encarguen de la educación de sus hijos y ahora que no hay escapatoria, nos damos cuenta cuáles realmente han sido padres o solamente han pagado una pensión para luego esperar resultados después de algunos años. Es verdad que algunos padres no saben cómo enseñarles a sus hijos los temas académicos, pues en ocasiones son complejos, pero una cosa es no saber cómo hacerlo y querer hacerlo y otra cosa es quejarse de tener a sus hijos en la casa como si fuesen un estorbo.
En definitiva, cada familia y su diario vivir es diferente, cada padre decide cómo adoptar el rol de figura ejemplo, apoyo y compañía para sus hijos, pero en esta cuarentena obligatoria y en este confinamiento, nos hemos dado cuenta con más claridad de quiénes lo asumieron con responsabilidad o quiénes prefirieron que una pensión de trescientos mil pesos hasta un millón de pesos cumpla con la tarea que tienen desde que lo engendraron. Veamos a nuestro alrededor y tomemos consciencia una vez más de que la educación de los hijos no es solamente del colegio, porque antes de entrar a la educación académica, existen otros “maestros” que se llaman padres y que en ocasiones evaden su tarea.
Mi vida con tías fastidiosas
Por Karen Sofía Hernández Tiusaba
Definición: la familia es un grupo social que convive en un mismo espacio, sea por amor o por compromiso.
Para empezar, vamos a definir la palabra “fastidiosa” en el ámbito que vamos a tratar en este escrito, es decir, en el familiar, podemos describir a las tías de muchas maneras, pero esta es la más acertada, se refiere a una persona molesta, que se mete en cualquier asunto que no le incumbe, pero que al mismo tiempo para algunos padres tiene derecho a opinar, solo por ser de la “familia”.
¿Realmente consideramos familia a esa persona? En parte sí, es hermana de mi papá y por consiguiente mi tía, aunque no la ame o le tenga algún aprecio va a estar siempre en mi vida; por otro lado, no significa nadie para mí, no influye como de verdad piensa en mis decisiones y solo me juzga por cada cosa que haga.
Describir a una tía fastidiosa es muy fácil, la mayoría de las veces tienen un pasado super trágico donde la familia vivía literalmente en una choza, con siete hermanos, pero solo ella milagrosamente saca adelante a toda la familia, estudió algo impresionante para los años 80, como Derecho, después se vuelve millonaria, no tiene hijos y por eso jode a los sobrinos, de tal manera que tiene plata, es inteligente y como es abogada sabe pelear y se defiende a toda costa.
Solo por el hecho de haber salvado a la familia de la “pobreza”, como le dice ella, cree que tiene el derecho de mandar a todo su grupo familiar, sean hermanos, padres o sobrinos, y como tiene dinero, siente el poder de humillar, maltratar y determinar la vida de cada persona, aunque esto solo pasa con los hermanos, ya que al ir creciendo los sobrinos la mandan a las Vergas, un lugar en México muy lejos de la familia.
Ir creciendo con este tipo de persona es una mierda, su mayor problema es la afectación psicológica y mental que produce: en parte, baja el autoestima de las personas, su conducta a medida del tiempo va cambiando cada vez más hasta convertirse en alguien indiferente y sumamente fría, de tal forma que las personas se convierten en una mierda y empiezan a llevarse mal con las tías y demás familiares por no respetar y hacer lo que dicen los hermanos de nuestros padres.
Capítulo I: Tipos de tías.
En cada familia hay más de una tía mandona, ejemplo: en mi núcleo familiar son tres, de tal manera que voy a describir cada una en el presente escrito.
#1: Las Ricky Ricón.
Se caracterizan principalmente por ser las que humillan a toda la familia por su dinero, odian ver crecer a su familia económicamente, ya que al crecer se van de sus garras donde los manejan a su antojo, de tal manera que ella no los deja pensar, los vuelve brutos para que solo le hagan caso a ella.
#2: La Betty, la fea “de nuevo la vida me dice que el amor no es para mí”.
La soltera de la familia que se embarazó a los 20 y la botaron como una pelota vieja, aunque mi caso es muy raro, en mi familia mi tía se enamoró como a los 39, quedó embarazada y ahí la dejaron jodida; de igual manera son las raras de la familia, su único poder es hacer pelear a la familia en épocas especiales como cumpleaños, Navidad o Año Nuevo.
#3: La religiosa.
Se supone que es la más calmada de toda la familia con sus oraciones y todo el ritual religioso que hace a diario, generalmente viven con la mamá, o sea mi abuela, no pueden ver un sobrino con novia o novio, siempre piensan que uno termina siendo mamá o papá, es homofóbica y seguramente cree que algún sobrino es gay, lesbiana o bisexual.
Milagrosamente no tengo una tía uribista u otra peor y considero que la única forma para aguantarlas es por respeto a nuestros padres.
Capítulo II: Aprender a sobrevivir con todas ellas.
El amor propio considero que es lo más importante para estos casos, muchas veces tus tías van a ver la necesitad de arruinarte o joderte la vida con comentarios machistas, retrógrados o antiguos, ya que ellas siempre vivirán en el pasado y no ven más allá, de tal manera que, el dejar pasar esos comentarios es lo mejor que cualquier humano debe hacer; ellas lo que verdaderamente quieren es destruir tu ego.
Otra cosa importante es ganarte el respeto que mereces, es claro que todos merecemos el mismo trato, pero en la mente de ellas todo es diferente, de tal manera que, al ir creciendo, les debemos demostrar que somos autosuficientes y podemos con todo lo que nos proponemos.
No contestar las llamadas telefónicas también es algo importante; ellas solo llaman para molestarnos la existencia o para saber cómo esta tu papá; al terminar de hablar, te regañan por no hacer las cosas que te diceN, ejemplo no atender a tus padres.
Y por último, lo más importante: no prestarle atención a todo lo que dice; la mayoría de las veces ellas te ven como una Esperezancita (sirvienta), esperan que limpiemos su casa y ayudemos a servir a los invitados y además de todo, tú eres la invitada.
Imperfectamente perfecta
Por Juanita Murillo Gómez
Definición: familia son dos o más personas que se apoyan y aman incondicionalmente, que no necesariamente comparten el mismo ADN.
Por muchos siglos el concepto de familia era madre, padre e hijos. Existen ahora más de nueve tipos diferentes de familia: nuclear, con padres separados, compuesta, monoparental, adoptiva, sin hijos, homoparental, de personas mayores, unipersonal, entre otras. Como muchos en la actualidad, yo soy parte de una familia separada, mis padres se divorciaron hace quince años y desde entonces vivo solamente con mi madre. El tema de la custodia puede llegar a ser complicado, debido a que ambos padres quieren quedarse con el hijo, la mayoría de veces es la madre quien se queda viviendo con los hijos, en mi caso mi padre no objetó la decisión del divorcio y aceptó una custodia compartida donde podía verme cuando quisiera y llevarme a su casa los fines de semana y vacaciones.
Con el pasar del tiempo dejé de ver a mi papá entre semana para solo verlo los fines de semana, las visitas eran menos constantes y cuando llegó mi adolescencia casi no pasábamos tiempo juntos. No me puedo atrever a confirmar que la separación de mis padres me causó ciertos “daddy issues”, pero tampoco lo puedo negar. Sé que si mis padres se hubieran quedado juntos o si mi papá no se hubiera alejado tanto de mí yo tendría una personalidad totalmente diferente.
Muchos piensan que los comportamientos ya vienen en la genética de las personas, otros están convencidos de que los comportamientos se adoptan del entorno social en el que uno crece. Yo creo que es un 50/50, el tiempo que compartí con mi padre fue poco, pero tengo un temperamento muy parecido al de él, mi carácter y falta de paciencia son como una marca de agua de mi papá, pero su ausencia me dio la oportunidad de forjar un carácter no tan fácil de quebrantar, de tener personalidad y utilizar el humor negro como mecanismo de defensa. Siento que gracias a mi, un poco disfuncional familia, soy la persona que soy, soy realista y entendí muy rápido que los padres son solo seres humanos que oprimen todos los botones sin saber qué hacer para no arruinar la vida de la pequeña criatura que están criando.
Tuvo que llegar una enfermedad a la vida de mi papá para que nos volviéramos a acercar. Fueron los peores y mejores seis meses de mi vida y gracias a Dios ahora es solo una mala anécdota, así que, a mis 21 años, por fin entendí cómo era tener una dinámica de padres separados.
Sin embargo, en las familias de padres separados hay muchas categorías, existen los padres que no se pueden ver ni en pintura y si lo hacen es pelea fija; los amor y paz que se quieren más después del divorcio que cuando estaban casados; los que todavía se aman como pareja, los hipócritas que por el bien del niño ocultan el odio interno que sienten hacia el otro, entre otros. A cualquier pareja de esas categorías la admiro mucho, terminar con alguien es lo peor de la vida, y si bien hay personas más evolucionadas que lograron encontrar una estabilidad emocional sin precedentes y pueden ser amigos de sus ex, debe ser muy feo tener que criar un hijo con la persona que uno ya no quiere.
En las familias de padres separados, llegan unos nuevos y a veces indeseados miembros familiares: madrastras y padrastros. Si se tiene suerte pueden ser una figura paterna o materna que se puede llegar a querer como si fueran los padres biológicos, si no se tiene suerte, como en mi caso, pueden personificar a los más terribles villanos de Disney. En mi caso, tuve la mala suerte de tener que soportar una mujer que hace ver a la madrastra de Cenicienta y de Blanca Nieves como unas aprendices, llevo quince años con una persona que no deja que mi papá me vea con tranquilidad, que lo cela conmigo y que odia que me pase dinero, si algo debo odiar del divorcio de mis padres es tener que aceptar que mi padre va terminar sus días con una persona así.
La llegada de coronavirus trajo un pánico colectivo que llevó a muchos a reconsiderar su vida y sus relaciones personales, mi papá fue uno de esos. Con la cuarentena descubrió qué es una video llamada y ahora solo quiere hablar por ese medio, ahora le interesan mis clases y ya se aprendió el nombre de mi carrera, no hay un solo día que no hablemos y estamos contando los días para vernos en persona. Es como si se hubiera dado cuenta de que todos nos vamos a morir y quisiera recuperar el tiempo perdido, sin importar qué lo llevó a querer profundizar nuestra relación, puedo decir que éste momento tan difícil permitió que la relación se fortaleciera.
Sea como sea la familia, sin importar lo disfuncional, lo rota o si se convive bajo el mismo techo, es la raíz de lo que uno es, sé que esto no aplica para todo el mundo, pero para mí sí. Es a donde puedo volver sin que me juzguen, quienes me aman incondicionalmente y a pesar de los conflictos, la relación con los padres no debe estar determinada por un pedazo de papel que los una legalmente a ambos.
Volviendo a casa
Por Juanita Gómez Garzón
Definición: familia es un conjunto de personas que tienen lazos de conexión mediante consanguinidad o afecto. La familia es la base de la sociedad, en ella está la responsabilidad de la formación en valores.
El papel de la familia en Colombia ha cambiado a lo largo del tiempo, si hablamos de cómo se configuraban los grupos familiares hace 30 años seguramente se encontraría el caso de los padres trabajadores y las madres amas de casa que tenían como labor la educación de los hijos. Sin embargo, esta cotidianidad da un giro de ciento ochenta grados tras el logro de la lucha de la igualdad de género en el trabajo, alrededor de los años 90, la mujer adquiere más libertades y tiene la oportunidad de ser competente laboralmente; como resultado de esto las finanzas en las familias aumentaban, ya que los dos padres tenían ingresos, pero ahora lo que estaba en juego eran los hijos, y la falta de presencia de los padres a causa de largas jornadas laborales.
La educación de los hijos pasó a ser casi cien por ciento responsabilidad de los docentes en el colegio o de los tutores que cuidan de ellos una vez finalizada la jornada escolar; a causa de que la mayoría de padres tienen horarios de trabajo que les impiden llegar a tiempo para recoger a sus hijos a la salida del colegio (ocho horas de trabajo y sumando el tiempo que tarden los desplazamiento), sin mencionar aquellos que deben trabajar fines de semana también; el tiempo que el niño tiene para compartir con sus padres y alimentar la relación padre e hijo es bastante reducido.
Es normal escuchar el típico regaño con la frase “¿Eso es lo que le están ensañando en el colegio?”, cuando el niño dice o hace algo mal, pero la responsabilidad del comportamiento de los niños pertenece a los padres; la función del maestro es formar en conocimientos y reforzar los valores de casa, mas no enseñar a los niños cómo es el comportamiento adecuado.
Como resultado de la COVID-19 y las medidas de confinamiento impuestas por el Gobierno nacional, la educación vuelve a casa; la mayoría de los padres están retomando esas labores que habían designado a terceros y están conociendo cómo son realmente sus hijos a la hora de estudiar.
Hace un par de semanas tuve la oportunidad de hablar con unos padres de familia que están trabajando de manera remota, lo cual les permitió ponerse a la tarea de analizar cómo es el comportamiento de los niños en las clases virtuales, sorprendentemente a pesar de la cercanía de los padres a la hora de las clases, los niños respondían a la profesora de manera irrespetuosa y con un tono más alto del permitido; pero mas allá de la falta de respeto es que nunca se vio la intervención del padre de familia para llamarle la atención al niño. Así como lo afirma el diario La prensa: “Cuando los padres participan en la enseñanza, por lo general, los hijos obtienen buenos resultados, mejoran su comportamiento y su actitud hacia la escuela y crecen siendo más exitosos en la vida.”
Los padres son fundamentales para el desarrollo y crecimiento de los niños y con esto no pretendo decir que es necesario que los papás estén encima de los hijos todo el tiempo, sino que se encarguen de enseñar valores para que en el momento en que los niños estén haciendo algo por su cuenta los pongan en práctica y que la semilla cultivada dé los frutos esperados.
Hoy los padres tienen la oportunidad de volver a tomar la educación de sus hijos por su propia cuenta y añadiéndole a esta que ahora deben hacer el papel conjunto entre padres y docentes, ya que deben orientar a sus hijos en cómo realizar correctamente las guías que les envían y sacar el mayor provecho de la virtualidad. En este momento los padres se están poniendo a prueba y de igual manera están aprendiendo aquello que en el afán de los días desconocían de sus hijos.
Para finalizar, me gustaría expresar mi inconformidad con relación a los horarios laborales que tienen los empleados en Colombia, puesto que impiden el crecimiento y desarrollo del niño junto a sus padres, roban lo más preciado que tiene una familia y es el tiempo. Cuando los padres tienen la posibilidad y el momento indicado para educar a sus hijos, le están entregando a la sociedad personas capacitadas para vivir en ella. Si Colombia tuviera no solo un mejor sistema de educación, sino también un mejor sistema laboral, permitiría el desarrollo de las familias como fuente principal de educación en ética y valores.
Familias rotas reunidas
Por Jorge Luis Sierra García
Definición: familia es un conjunto de personas con algún tipo de lazo o relación, ya sea de consanguinidad o legal.
Las familias no siempre van a estar unidas y, en muchos casos, existen problemas que terminan por separar a las personas; siempre he creído que a la familia no se le debe respeto por el simple hecho de llevar la misma sangre en las venas, el respeto es algo que se debe ganar y es algo de parte y parte, la relaciones con la familia no deben ser dadas por hecho y se debe trabajar por conservarlas y fortalecerlas.
No es tarea fácil adaptarse a personas con las que no escogimos vivir, nadie ha escogido a sus padres, a sus tíos o sus abuelos, y las personalidades de ciertas personas pueden ser muy difíciles de tratar, sin mencionar que las diferencias intergeneracionales en muchos casos pueden ser tan grandes que nos pueden alejar de nuestros mayores, las ideas machistas, misóginas, xenófobas y homófobas de los mayores pueden entrar en conflicto con las ideas más liberales de los jóvenes, en muchos casos excusamos a nuestros familiares con el típico “a ellos los criaron de esa forma y hay que entenderlos”, pero ¿quién nos entiende a nosotros?, no hay que justificar ningún maltrato físico o emocional de nadie, incluso de sus familiares.
Tal vez a nuestra generación se le ha facilitado muchas cosas, el ser gay, de color o mujer es mucho más fácil en esta época, pero como todo en Colombia esto también tiene un atraso en comparación a los países europeos o norteamericanos, ya que por muchos años vivimos bajo una doctrina católica muy cerrada y conservadora. Aún muchos padres tratan a sus esposas y a sus hijas como sirvientas y las atan a un mundo netamente hogareño, también muchos padres temen o repudian a sus hijos por el solo hecho de ser gay o lesbianas, en muchas familias está mal visto relacionarse con gente de color, es algo que ha hecho que se rompan lazos familiares.
En muchos casos lo mejor que podemos hacer es romper relaciones con personas tóxicas, así sean familia; hay personas que llevan años sin verse con sus padres, tíos o abuelos, y en estos tiempos tan difíciles para muchos, en los que nos hemos sentido solos y desamparados, hemos vuelto a hablar con gente con la que nunca esperábamos volver a hablar o verlos, incluso a nuestra familia.
La cuarentena entre muchas otras cosas ha servido para reunir muchas familias rotas, tal vez la sensación del fin del mundo nos ha hecho buscar a esas personas con las que perdimos nuestra conexión, no hablo solo de la física sino de la conexión emocional.
Este sentimiento colectivo de fin del mundo ha reunido y reparado corazones rotos, ha traído perdón y reconciliación para muchas familias, hemos aprendido que papá no es el monstruo que creíamos, los padres han dejado de ver a sus hijos con ojos de vergüenza y han comenzado a verlos con amor, las madres han desarrollado la maternidad que antes no tenían, los hermanos han dejado los rencores y las diferencias a un lado, esto no ha sido nada fácil, tanto perdonar como ser perdonado son dos tareas que requieren de un trabajo conjunto.
Si bien las relaciones familiares no se deben dar por hecho, siempre existirá un lazo más fuerte que nos conecta; no estoy hablando de la sangre, en muchos casos nuestras familias no solo las une la sangre, estoy hablando del amor, el amor de la familia es por mucho el más puro de todos, el de los padres por sus hijos y de sus hijos por sus padres, el amor de los abuelos, y los primos, el amor entre hermanos, es algo que a pesar de cualquier dificultad siempre estará presente.
La cuarentena nos ha demostrado que la familia es muy importante y también cuánto queremos a nuestros familiares, nos ha hecho reflexionar cuánto estamos dispuesto a abandonar de nosotros, todo el orgullo, la envidia, el odio y el rencor para poder estar en paz con los demás, al final siempre, en todo, gana el amor.
La transición de la familia en cuarentena
Por Felipe Marulanda Torres
La familia se ha convertido en un símbolo de unión a lo largo de la historia, una insignia innegable que gran parte de la sociedad global añora conseguir, y es por esto por lo que se han creado prototipos de esta como resultado de la sociedad: una familia con padre, madre, hijos y mascota.
Aun así, en la actualidad se han visto diferentes variaciones de familia igual de válidos al de la tradicional y que, aunque han resultado difíciles de aceptar para los más conservadores, han logrado normalizarse de buena forma. Esto es un gran paso para poder entender la familia como ese gran nexo que no debe ser sanguíneo y que pasa a lo emocional, que se vive con pasión y que se respeta con la misma intensidad de la sangre.
Dentro de las mismas familias se cumplen unos roles que son estipulados según la necesidad de quienes hacen parte de esta, así mismo es un estereotipo que el hombre trabaje y la mujer cuide del hogar y de los hijos, es por esto que incluso dentro de la familia como institución, se ha realizado un largo proceso de lucha en contra de aquel patriarcado que encasilló a las mujeres como inferiores y las obligó a quedarse en las casas; a día de hoy, podemos ver incluso familias en las que el hombre es quien se queda en casa y esto es una gran muestra de cambio. Este cambio sirvió de inspiración y de precedente para la participación y el empoderamiento femenino.
Así mismo, es una realidad que el concepto ha ido evolucionando y lo seguirá haciendo por las mismas condiciones de la sociedad, es por esto por lo que el concepto de familia es bastante moldeable y adaptable para la situación, aun así, la premisa de lo que la familia significa se mantiene intacta.
Es cierto que actualmente estamos atravesando una situación bastante complicada en todos los aspectos, y esto ha generado un cambio obligatorio en la familia, en las relaciones propias de esta y en la nueva normalidad a la que muchas personas se vieron sometidas de manera obligatoria.
Con el cambio generado por la pandemia se ponen a prueba diferentes mecanismos de convivencia que incluso creíamos que no necesitábamos; tantas familias que no compartían un espacio hacía años, se han visto en la obligación de acostumbrarse y mediar para tener una relación sana y sostenible con los otros, otro factor interesante es el de compartir, pues, aunque entre adultos no se dice, existe cierto temor a dejar todo lo propio y convertirlo en colectivo. Esto supone un gran reto, pues además condiciona el estado anímico de las personas al verse juntos sin parar durante todos los días. Así mismo la ausencia de ver a quienes se suele ver y compartir con ellos, y aunque hay que ser empáticos también se debe apoyar y tener paciencia. Esta situación nos involucra a todos y por esto mismo hay que ser conscientes de lo que sentimos para poder entender y actuar consecuentemente con los demás.
Fingir ser alguien más
Por Estefanía Arteaga Guerrero
Siempre me han dicho que la familia es lo único que nos queda, que nadie más me dará mejores consejos, la que estará para mí incondicionalmente; y puedo decir que me considero afortunada porque la veo como mi apoyo, como mi hogar, que gracias a esta crisis que estamos atravesando por la pandemia me he unido más a ella, pero lastimosamente en todos los casos no es así. Por ejemplo, las personas que hacen parte de la comunidad LGBT muchas veces ven a su familia como su enemigo, ya sea porque son homofóbicas o porque simplemente no los aceptan y los ven como una total decepción.
Entiendo que socialmente aún es un problema, pero si eres de esas personas que lo piensa, revisa en tus patrones y paradigmas cuadrados a ver si solo estás encerrado en un deber ser que normalmente es en el que caen las familias, que les impide ver la realidad de las cosas, la verdad de que sus hijos también aman como ellos y como cualquier otra persona.
Pues, resulta que si eres homosexual no puedes expresarte por completo porque siempre habrá algún ignorante que te juzgue y crea que no es normal; sin embargo, creo que lo más doloroso aquí es que eso lo piense tu propia familia.
Fingir ser alguien más frente a tu sangre por miedo a una burla o simplemente a una desilusión es algo muy común y eso que estamos en pleno siglo veintiuno, pero creo que esta situación de encierro puede empeorarlo todo, ya que antes podías aprovechar esos espacios fuera de casa que te permitían ser feliz, ser auténtico, es decir, esos momentos en que te sentías tú mismo, instantes que ahora, casi de un momento a otro, desaparecieron, y la solución que ves es adaptarte a este cambio aún sabiendo que es una tortura para ti.
No entiendo cómo una persona que dice que te ama te hace sentir tan miserable; por ejemplo, en el caso de una de mis mejores amigas, una chica lesbiana a quien le gusta vestir como niño, con un corazón increíblemente noble, pero que ha tenido que pasar los peores momentos de su vida, puesto que su mamá no la acepta como es. He estado con ella en todo su proceso, por eso sé lo doloroso y destructivo que puede llegar a ser que la persona que tú más quieres en la vida te vea con asco, como si no fueras su hija.
Es casi imposible tener a todo el mundo satisfecho, pero creo que es tiempo de darnos cuenta de que no debemos ser una sociedad dividida, que si hay algo que te molesta de alguien simplemente déjalo ser, siempre y cuando este no esté afectándote a ti; es hora de entender que todos somos completamente diferentes y eso es lo que hace interesante la vida, el conocer personas que te aporten y te hagan crecer cada día, pues eso es lo que verdaderamente nos hace humamos, el sentir.
Finalmente, si perteneces a esta comunidad y te sientes identificado, sencillamente se tú, pues solo tú sabes qué sientes, qué te gusta y qué no, tú decides a quién amar, y no dejes que nada ni nadie te defina, que estos momentos difíciles te sirvan para ser cada vez más fuerte y sentir orgullo de lo que eres, que te resbale lo que piensen o digan los demás porque no tienes nada que demostrar, ya que cuando te amas a ti, sabes quién eres y con eso basta. Por último, es muy importante que sepas que si alguien te juzga y te hace sentir menos el que está equivocado es él no tú.
Manual para sobrevivir a tu hermano menor
Por Daniela Valentina Velandia Puerto
Todas las personas que hemos tenido un hermano menor, o varios, sabemos lo que es soportar constantes “ataques de viles criaturas”. Yo tenía cuatro años cuando el terror de mi vida llegó, mi hermano menor, con el cual crecimos llevándonos mal, era pelea tras pelea y actualmente, ya teniendo 19 años y él 15, puedo afirmar que las peleas no han acabado.
Durante años me dijeron, y me vienen diciendo, que “es que los niños maduran muy lento”, he esperado ese momento desde hace mucho, en el cual me deje de molestar, de coger mis cosas sin permiso, deje de echarme la culpa de todo y que constantemente le den todo lo que pide por ser el menor. Desde niña tuve que aceptar que la atención y amor de mis padres iban a ser repartidos, donde la mayor parte de atención va hacia tu hermano menor porque es quien la necesita. Normalmente los padres son más estrictos con el hermano mayor, ya que es quien es más grande, tiene más responsabilidades, debe dar el ejemplo, entre otras cosas. Una muestra de esto es cuando yo pedía permiso para dormir en otra casa; me costó mucho conseguir ese tipo de permisos, para que a la primera vez se la dieran a mi hermano. La etapa más crítica para la relación de hermanos es en la niñez, donde el hermano menor crece y pasa por todas las etapas insoportables, en ese momento es donde es crucial sobrevivir a ellos.
Y aunque las peleas constantes con mi hermano han debilitado nuestra relación, les daré el manual para que sobrevivan sus hermanos menores, uno que a mí me hubiera funcionado.
Lo primero es entender que tu hermano menor no va a ser exactamente como tú quieres que sea, él no va a crecer como esperas, tendrá su propia personalidad; sin embargo, desde niño puedes someterlo de cierta forma amable para que años después no decida “rebelarse”. Los hermanos mayores tienden a “aprovecharse” de sus hermanos menores, los mandan a hacerles favores, les piden plata prestada que nunca pagan, prácticamente los obligan a hacer lo que uno no quiere hacer. La clave está en hacerlo de forma que tu hermano no se sienta oprimido, porque no será tu “esclavo personal” por siempre.
Soportar a tu hermano y su crecimiento es importante, los niños pasan por etapas y es mejor aceptarlo que frustrarse porque no es como quieres que sea. A nadie le gusta que tomen sus cosas sin permiso, pues la clave está en enseñarle que si pide permiso se lo darás; o en todo caso, si estás negado a prestarle tus cosas porque tu hermano daña todo lo que toca, escóndelas, déjalas en lugares que él no se va a esperar, así evitarás peleas y así mismo que tus cosas salgan heridas en manos de tu hermano menor.
Algo difícil de entender es que normalmente, y en la mayoría de los casos, los hermanos menores son los consentidos, los que consiguen todo lo que quieren, a los cuales no regañan; una infinidad de privilegios que tiene ser el menor, y como hermano mayor o del medio, cuesta aceptar eso, ya que es normal entenderlo como una injusticia o como si tus padres quisieran más a uno que al otro, pero no es así. Una frase típica de tus padres es que a ellos (a los menores) les dan más atención o se preocupan más por ellos es porque saben, y están seguros, que los mayores no necesitan de ellos, porque crecieron independientemente, y es real. Generalmente, al no recibir la atención de los padres, uno se vuelve más independiente, entiende sus responsabilidades y no necesita que alguien esté ahí todo el tiempo, como pasa con los menores. Al entender que es cuestión de atención y no de amor, sobrevivirás a los daddy and mommy issues (complejos respecto al amor de tus padres).
De vez en cuando está bien darle confianza, regalos, o simplemente pasar tiempo con ellos, es muy usual que los mayores se aíslen y compartan muy poco con sus hermanos, si la diferencia es muy grande, pero está bien compartir con ellos, encontrar un gusto en común donde puedan compartir y no crecer por separado, eso reforzaría los lazos de hermandad.
Los sobornos entre hermanos están bien y más que llega un punto donde puedes sacarle provecho, por ejemplo, si tu hermano menor rompe un plato, mancha la alfombra, saca malas notas en el colegio o daña algo puedes guardarle el secreto a cambio de favores o dinero. Hay que saber sacarle provecho a ese tipo de situaciones. Sin embargo, cuando tu hermano crece y tú necesitas escaparte, o llegas demasiado tarde a tu casa, él va a ser tu cómplice perfecto, si sabes cómo manejarlo, yo no digo esto, si tú no dices aquello; es una gran forma de conformar la complicidad entre hermanos, donde tú ya sobornaste lo suficiente y se convierte en un intercambio de secretos.
Lucha libre entre hermanos, esta es mucho más presente cuando los hermanos son hombres, entre mujeres y cuando existe un hombre y mujer no se presenta tanto, pero en todo caso es divertido ver cómo tu hermano intenta golpearte duro y no lo logra, siempre debes recordar que en estas peleas el mayor es quien siempre saldrá perdiendo, porque él es quien pega más duro, quien no debería dejar que estas cosas pasaran, quien es consciente, etc. Por eso es mejor dominar sin exceder en fuerza.
Nunca hay que sobreexplotar a tu hermano, ya que es muy seguro que este no crezca pensando que es juego sino con un resentimiento por tu forma de tratarlo, debe existir un equilibrio entre el dominio y el amor que hay en toda relación mayor-menor.
Uno como hermano mayor sabe lo que es crecer, lo que es saber que afuera de tu casa hay un mundo con cosas que muchas veces no queremos que nuestros hermanos experimenten; sin embargo, va en cada quién lo que escoge. Como ejemplo personal, a mis 19 años he conocido todo tipo de gente, y lo último que quisiera es que mi hermano experimente cosas que no van acuerdo a su edad o a la etapa que está viviendo. Para eso están los consejos, ayudar a formar una personalidad fuerte en donde, si él decide probar algunas cosas, sea por decisión personal y no por influencia de sus amigos. Los mayores han vivido cosas que con ayuda de uno no van a ser tan difíciles para los menores.
Y aunque sea repetitivo y fastidioso que te repitan que eres el ejemplo de tu hermano menor, es verdad; no está mal enseñarles o prepararlos para lo que van a experimentar solos en algún momento.
El apoyo entre hermanos es crucial, que te estén regañando y tu hermano menor entre a ayudarte o viceversa hace que los padres sean más “compasivos”; igual con muchas cosas más, como permisos. El apoyo es crucial para la relación de hermanos y para la convivencia, además de que siempre es una ayuda tener a alguien que te apoye. Del mismo modo decirles lo que está mal; cuando uno “regaña” a sus hermanos, ellos no lo ven como regaño ya que de cierto modo uno no es una autoridad tan marcada como la de un padre.
La relación de hermanos es una de las más lindas y aunque siempre hay altibajos, no hay nada mejor que llevarse bien con su compañero de vida, ya que un hermano, a pesar de todo, siempre será un hermano.
Un manual para la supervivencia de hermanos menores.
Crisis familiares en cuarentena
Por Karen Dahiana Cardona Tique
Definición: la familia consiste en un grupo de personas considerados muy cercanos y se le denomina como un núcleo muy importante para cualquier persona.
Desde antes de que ocurriera la pandemia y estuviéramos en cuarentena, la violencia intrafamiliar ya era una situación que se vivía a menudo en el país entre varias familias y en diferentes condiciones; así como en las parejas se han evidenciado problemas a causa de la cuarentena, esto también se demuestra en las familias. Los efectos del encierro han causado más estrés, frustración y menos tolerancia, lo que lleva esto a una crisis donde aparecen las peleas y la violencia, otro factor que influye de manera negativa es cuando viven en casas o lugares más pequeños y encerrados debido a que el espacio para cada uno se vuelve reducido.
Algunas de las causas que provocan esta crisis pueden ser el esfuerzo de mantener el orden en la casa frente a los problemas de cada uno, pues aparecen situaciones como las tareas de los que tienen hijos pequeños, mantener la atención hacia tu pareja, el estrés por trabajar desde casa y sentir que no se tiene tiempo para sí mismo. Debido a esto los cambios emocionales pueden ser muchos en muy poco tiempo o a través de los días.
En esta época de pandemia la violencia contra la mujer también se ha manifestado de una manera muy fuerte, eso que durante varios años las cifras han sido altas; según declaró El Tiempo en un artículo llamado “la pesadilla de mujeres víctimas, en la cuarentena” la policía reportó que entre el 20 de marzo y el 7 de abril se atendieron de manera efectiva 2.054 llamadas; es decir el doble del atendido a diario en los dos meses previos a la declaratoria de la cuarentena. El lugar en el que se vive debería ser el más seguro para muchas mujeres y un respiro el estar ahí, aunque muchas no lo encuentran al pasar por situaciones iguales a esta y prefieren quedarse en cualquier lado. Estos son casos que no deberían estar ocurriendo en el país y se les debería brindar apoyo y seguridad para las mujeres que se sientan vulneradas.
Además, la violencia se ha incrementado desde que se declaró la cuarentena y en especial hacia las mujeres como lo dicen las cifras de casos de violencia intrafamiliar:
Según la Fiscalía, durante el aislamiento fueron recibidas 578 llamadas por violencia basada en el género.
Aunque la excepción se presentó este mayo 13 de 2020, el día de la mujer; entre las secretarías de la Mujer y Seguridad, Convivencia y justicia expresaron una disminución en las cifras de violencia contra la mujer; comparándola con años anteriores, las cifras se mostraron de esta manera: viernes 8 y lunes 11 de mayo la violencia contra la mujer disminuyó el 84%, no hubo feminicidios y las lesiones personales disminuyeron el 90% a diferencia del 2019. Zambrano V. (13 de mayo del 2020) en el día de la madre las cifras de violencia contra las mujeres disminuyeron. Bogotá. https://bogota.gov.co/mi-ciudad/mujer/en-dia-de-la-madre-cifras-de-violencias-contra-mujeres-disminuyeron#_ftnref3.
Esto se puede declarar como un alivio para la sociedad y las mujeres, pues luego de ver las cifras, considero que se hizo un mejor manejo de los problemas y el estrés a causa del encierro, además la fecha supuso un respiro para ver las cosas buenas que hacen las madres y el tiempo que dedican, en especial en esta cuarentena; sin embargo, se espera que esto no sea solo por un día ni una fecha como el día de las madres o mujeres para esperar que la violencia contra la mujer; las denuncias, llamadas diarias a las líneas de atención y las cifras cesen, porque lo más importante es que los casos desaparezcan por completo, así como la agresión verbal, física y psicológica, ya que esperamos que se respete mejor la vida, la salud y la integridad de la mujer como la de cualquier otra persona y así mismo que se les garantice esto a las mujeres más vulneradas que atraviesan por situaciones de esta manera para que no se conviertan en una cifra más.
Fuente cifras: Oficina de Análisis de Información y Estudios Estratégicos. Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia y el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género. Secretaría Distrital de la Mujer. Cálculos propios con información del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (SIEDCO). Información extraída el día 12/05/2020.
Personas que utilizan la soledad para ayudar a los demás en la pandemia
Por Jenny Lorena Villalba García
Definición: familia son dos o más personas, las cuales tienen lazos por consanguinidad o por gusto, y hacen parte de un mismo círculo social.
La pandemia de la Covid-19 ha generado estragos en el funcionamiento de la sociedad, desde personas que se han quedado sin trabajo hasta personas que han sido obligadas a quedarse encerradas en sus hogares, pero cualquiera de estas dos opciones ha generado un rompimiento en el transcurso y así mismo en el contacto de las personas, por esto es importante enfocarse en cómo la pandemia que estamos viviendo ha cambiado no solo la sociedad, sino también cómo esta ha demostrado que en muchos casos las familias no deberían juntarse en el mismo lugar por un tiempo indeterminado.
Aunque suene increíble, las familias han sido de las más afectadas en esta pandemia, ya que, a lo largo de esta, han demostrado que en muchos casos solo están unidas por su consanguinidad y en estos momentos han sacado a relucir su estado emocional frente al contacto con los demás y terminan con la conclusión de que, para no dañar la relación que tienen con sus familiares, prefieren alejarse y pasar la cuarentena solos, sin dejar a un lado que también existen casos en los que las personas prefieren alejarse por su estado de salud o por la vulnerabilidad de las demás personas
Con lo anterior, podemos ver que las personas que prefieren estar solas no lo hacen por el sentimiento de alejarse de los demás, sino que también piensan en el bien común, lo cual es de las acciones más importantes en esta pandemia, la búsqueda de la paz mental, no sólo la individual sino también la grupal, esto significa que las personas que se fueron a vivir solas hacen parte de un pequeño grupo de personas, las cuales generan nuevas necesidades en la sociedad
Por esto, a lo largo del mundo se han generado una serie de aplicaciones, las cuales tienen el objetivo de brindarles apoyo a las personas que están solas en esta cuarentena, ya que los creadores de aplicaciones se dieron cuenta de que hay personas que necesitan de la ayuda que en muchos casos entre familia se dan, y estos, al estar solos, no la tienen, por lo que estas aplicaciones se las brindan.
También es importante aclarar que estas personas no siempre necesitan de la ayuda de los demás, por lo que en algunas ocasiones estas personas utilizan su tiempo libre para ayudar a otros que en realidad, por causa de su estado de salud o su edad, no pueden suplir sus propias necesidades, principalmente en medio de esta pandemia, por lo que necesitan de la asistencia de los demás.
Un ejemplo de lo anterior es la aplicación Te ayudo, creada en España, la cual, como ellos mismo definen en su página web, busca “unir a las personas, facilitar la colaboración local y crear comunidades más estrechas. Respetando tu privacidad y evitando competir con canales ya existentes. En situaciones difíciles, el ingenio y la colaboración marcan la diferencia”, por esto esta aplicación ha logrado generar un sentimiento de empatía entre las personas que se han alejado por alguna razón de sus familias.
Por otra parte, la cuarentena provoca en muchas personas un sentimiento de solidaridad, y con toda esta situación es necesario que las personas que no están en familia utilicen sus posibilidades para ayudar a los demás, y si necesitan de esta ayuda, tengan las suficientes opciones para hacerlo con confianza
Para finalizar, la pandemia ha provocado que en muchos casos las familias se separen, ya sea por necesidad o por gusto, pero lo importante es que las personas que están apartadas de sus familias puedan ayudar a las demás personas que lo necesitan mientras esta difícil situación pasa.
La familia en tiempos de coronavirus
Por Andrés Felipe Ruano Castillo
Los tiempos de pandemia son difíciles, nadie está exento de pasar un rato complicado y sentirse agobiado por la difícil situación por la que todo el mundo está pasando ahora. El apoyo es incondicional en un momento como este, todos necesitamos de alguien más que nos diga que todo está bien o al menos que todo mejorará en un futuro que en este momento parece muy incierto. Los días pasan muy lento, estar encerrado resulta difícil para una gran cantidad de personas que están acostumbradas a un día a día ajetreado y con muchas actividades, pero algo que puede ayudar a pasar el tiempo más rápido es compartir con demás personas y qué mejor compañía que tu propia familia.
La familia además de ser el primer grupo y contacto social con el cual un ser humano tiene contacto, es una base muy importante para la personalidad de cada persona. Tus comportamientos y forma de actuar se definen en muchas ocasiones por la familia que te rodea y las experiencias vividas con la misma. El Coronavirus nos ha obligado a confinarnos en nuestra casa por nuestro propio bien y muchos disfrutamos de pasar esto junto a nuestras familias. Compartir tiempo, disfrutar, reír e incluso discutir puede resultar entretenido durante la pandemia, ya que cualquier tipo de distracción de la compleja situación por la que estamos pasando es siempre muy bien bienvenida. Es importante desconectarse de vez en cuando de la realidad y pasar un buen momento junto a los que más amamos.
Cabe resaltar que no todos los casos de cuarentena con familia son fáciles o de ventaja. Existen miles de casos desde que la cuarentena inició en donde mujeres, niños, adultos mayores e incluso hombres han sufrido abusos por parte de sus familiares y relativos haciendo este momento de pandemia aún más complicado de sobrepasar.
Así mismo no todas las personas tienen ese privilegio de compartir con su familia y pasan los tiempos de coronavirus solos. Esto puede resultar muy complicado para cualquier persona, ya que la soledad en este tipo de circunstancias puede tener un resultado muy negativo en la vida y la actitud de una persona. En soledad, un momento como este se puede convertir en algo aún más monótono y aburrido que la vida diaria y cotidiana que antes de la pandemia llevábamos, es increíble cómo esta situación nos hace extrañar las cosas más simples o “aburridas” que eran parte nuestra monótona vida de la cual antes mucha gente se quejaba.
Volviendo al tema, la soledad no solo puede jugar un papel completamente negativo ya que es muy relativo a una persona y su forma de ser. Las ventajas y desventajas de estar solo en la pandemia COVID 19 son innumerables, pero se debe tener la certeza que sea en familia, o sea de forma solitaria, la pandemia no es algo fácil de vivir.
Creo que justo y necesario no concentrarnos en las cosas negativas que trae el Coronavirus, ya son suficientes y muy difíciles de digerir. Momentos como estos nos hacen reflexionar sobre la importancia y el verdadero valor de las cosas que hacen parte de nuestra vida y muchas veces dejamos de lado o simplemente las olvidamos por puro desinterés. No solo el sentimiento de libertad que cada día se siente al poder salir a la calle, utilizar el transporte público, llegar a la universidad, colegio o lugar de trabajo, pero también el verdadero valor de tener una familia que te acompañe y te soporte en todos los momentos, sin necesidad de que sean difíciles o complejos.
Es necesario reflexionar el verdadero privilegio que es tener una familia o alguien para compartir momentos, risas, dolor y experiencias en tiempos tan difíciles e inesperados para cualquier persona. Miles de personas alrededor del mundo que en este momento se encuentran solas y alguna vez tuvieron familia, darían mucho por estar con ellas de nuevo y compartir un último momento de gracia, así sea en tiempos de coronavirus.
La familia en tiempos de coronavirus
Por Valentina Torres Ortíz
Definición: la familia es un grupo de personas que conviven en el mismo hogar mediante un núcleo afectivo.
Muchas familias, gracias al coronavirus, se han podido conocer mejor. Durante mucho tiempo, las familias, por cuestiones de trabajo o por otras circunstancias, no habían tenido la oportunidad de compartir tanto tiempo unidas. Gracias a esto, estas familias pudieron conocerse de una mejor manera y aprovechar la situación para generar un vínculo más estrecho.
Una de las cosas más difíciles a las que se ha tenido que enfrentar la sociedad hoy en día es a la convivencia en los hogares. Muchos de estos han tenido una serie de problemas por el mismo hecho de no conocer a cada uno de los integrantes de dicha familia.
Una de las problemáticas más frecuentes que se han evidenciado en la actualidad es la violencia intrafamiliar, ya sea porque uno de los integrantes de la familia tiene problemas con el alcohol y por el desespero que genera esta situación se desata cualquier tipo de problema; o incluso por la repartición de las tareas del hogar se pueden desatar otra serie de inconvenientes.
Las tareas del hogar casi siempre las realiza la mujer, pero con el tiempo esto ha venido cambiando, se ha creado un nuevo modelo social que le ha permitido a la mujer sentirse más libre, y de alguna u otra manera, se ha alejado de las actividades domésticas a las cuales han estado sujetas durante mucho tiempo.
Durante aproximadamente dos meses la cuarentena ha estado activa y todos los hogares se han tenido que adaptar a la situación actual. Esto también les ha permitido compartir mucho más tiempo juntos a sus integrantes.
Este nuevo modelo social al que se ha adaptado toda la sociedad desata problemas sobre la economía del hogar ya que muchas personas quedaron desempleadas o vivían del diario. Se está constantemente con la incertidumbre de saber qué es lo que va a seguir y cuándo será el día en el que la sociedad vuelva a vivir con normalidad.
Es una situación que no se sabe si se volverá a repetir. La actualidad hace difícil detenerse en medio del camino y esta vez no nos dieron la opción de escoger, nos obligaron a quedarnos confinados en casa y a la luz de este encierro queda en manos de cada integrante de la familia saber si aprovecha o no esta situación.
Es en este nuevo modelo social en el que la familia pone a prueba su capacidad para lograr llevar esta situación a buen término. Es en este momento cuando debe aparecer una persona que lidere el hogar, que no necesariamente tiene que ser uno de los padres sino también alguno de los hijos, con el fin de promover actividades que ayuden a la integración de la familia.
Lo que se pide es que muchos de los jóvenes que integran estos hogares se despeguen de la virtualidad, con excepción de las actividades netamente académicas, y se enfoquen en actividades sencillas que permiten la integración, como juegos de mesa u otros, que permiten sobrellevar esta situación de una mejor manera con el fin de evitar secuelas después de este confinamiento, distribuir de manera equitativa las labores domésticas, tratar de que todas las personas colaboren -y tratar en lo posible de que estas actividades no recaigan en una sola persona para evitar molestias en el hogar-.
Esta es una situación que a muchas familias les ha permitido conocerse de una mejor manera, pero a otras les ha permitido compartir más, les ha permitido de alguna u otra manera aprovechar el tiempo que en meses y años pasados no pudieron aprovechar.
Mi hermoso error de nacer
Por Paula Andrea Galvis Guzmán
Definición: la familia es el conjunto de descendientes de un legado histórico con los cuales se convive.
A todo el mundo le gusta juzgar, pero a nadie le gusta ser juzgado, y menos por cosas del pasado de las cuales no están muy orgullosos. Entre más tiempo paso encerrada con mi familia, más me doy cuenta de que hay muchas cosas que no sabía sobre mis propios padres y gracias a un poco de alcohol las descubrí o las confirmé. No todas las historias familiares son como lo hacen ver las películas sobre cómo debería ser una familia nuclear perfecta y mi caso no es la excepción para esto. Hace unos días fue el día de la madre y como no podemos salir a celebrarlo decidimos comprar una botella de vino para celebrar la ocasión, pero pronto esa botella se vio opacada por varias cervezas y un poco de tequila que permitieron dar a flote una de las historias familiares más desastrosas y hermosas que ocurrieron… la forma en la que fui concebida.
Para muchos puede ser un tema delicado, el cual les avergüenza o que seguramente es algo de lo que nunca se han enterado, pero yo al momento de saber lo que sucedió con respecto a mi llegada al mundo me reí mucho y es una anécdota muy divertida de contar. Más allá del acto sexual, el coito, la penetración, el sin respeto, o como le quieran decir, hay una historia, porque, aunque vea a mis papás como una autoridad y que siempre cumplen ese cargo de cabezas de hogar que me dieron la vida, a veces se me olvida que también son personas y por lo tanto cometen errores, tienen problemas y seguramente en su juventud se escaparon de sus casas para ir a alguna fiesta, porque son cosas que no me cuentan para que les siga teniendo el mismo respeto; y seguramente no me enteraría si mis tíos y abuelos no me lo hubieran contado ya.
Vamos a ir paso a paso, como Jack el destripador. Según lo que me contaron ese día, ellos se conocieron en Barranquilla; mi papá acababa de llegar desde Bogotá, en 1999, para hacer un trabajo de tres meses arreglando unas antenas de telecomunicación en varias zonas de la ciudad y que sorpresa que una de esas antenas estaba encima de la oficina de mamá. Después de unas semanas de empezar a trabajar ahí mi papá empezó a hablar con uno de los compañeros de la oficina de mamá, el cual le dijo, en forma de broma, que mi mamá quería salir a comer con él, pero mi papá lo tomó literal y le empezó a hablar a mi mamá. Las cosas fueron fluyendo tranquilamente por un tiempo hasta que mi papá tuvo que regresar a Bogotá y por casualidades de la vida tuvo que volver a Barranquilla unos meses después, pero no sólo a esta ciudad, ya que le encargaron reparar varias antenas entre Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, así que cada vez que él tenía la oportunidad de estar en Barranquilla, sacaba un poco de su tiempo para poder verse con mi mamá.
Esta vez, su estancia en la costa fue más larga y por lo tanto pudieron estrechar la relación. Pero mi papá se fue de lengua suelta y nos contó que tuvo dos novias más además de mi mamá para ese momento, una en Santa Marta y la otra en Cartagena, pero con ellas perdió contacto desde hace mucho tiempo; al parecer mi mamá ya lo sabía, pero yo quedé sorprendida por la noticia. Siguiendo con la historia, ya habían pasado dos años desde que se conocieron, se acerca febrero y su relación ya era más fuerte que antes, así que mi mamá lo invitó a pasar los carnavales con ella y su familia, él aceptó sin ningún problema porque era la primera vez que iba a asistir a este carnaval y no quería pasarlo solo.
Para mi papá fue una experiencia divertida; sin embargo, uno de esos días fue desagradable para él porque se estaban presentando personas transexuales y homosexuales que le molestaron al ser sumamente machista y conservador; pero para mamá ya era normal y hasta entretenido verlos pasar. El resto de la semana del carnaval la pasaron tan bien que entre bailes y copas se les olvidó el tan apreciado gorrito de la fiesta y gracias a ese descuido, nueve meses después, haciendo cuentas, nací yo: un hermoso polvo carnavalero.