Sobre la hoja de coca persisten el desconocimiento, la persecución y la estigmatización. En los últimos años han surgido iniciativas que pretenden resignificarla y mostrar todo su potencial.

Reportaje realizado para la clase Flujos de trabajo en la industria audiovisual (séptimo semestre, 2019-1), con la profesora Claudia Patricia Bautista Arias.

Persecución y satanización son dos males que han afectado a la hoja de coca y a sus defensores desde que se ha confundido una planta de múltiples usos con uno solo de sus derivados.

Sin embargo, en los últimos años han surgido distintas iniciativas que pretenden resignificarla y mostrar todo su potencial en contextos diferentes, como la gastronomía. Postres, licores y platos fuertes se enriquecen con el sabor de la coca y, gracias a quienes siguen recuperando para la humanidad sus propiedades medicinales y alimenticias, son muchas las nuevas creaciones que están adoptando a esta planta ancestral como su ingrediente clave.

Paula Aguirre, coordinadora de la sede de Elementa en Colombia, organización defensora de derechos humanos, explica el marco legal que regula los mercados relacionados con la planta, mientras que Juan David Curtidor -representante de Coca Nasa-, Miguel Chindoy -propietario de Wayra Coca-, y Melissa Benavides -gerente de la Embajada de la coca-, revelan sus motivaciones para promover con sus emprendimientos la recuperación del verdadero valor de una planta que es mucho más que el polvo blanco con que suelen asociarla.