Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Abrasémonos: para avivar el espíritu colaborativo

La cultura colaborativa como factor indispensable para el crecimiento comunitario.

Estrategia diseñada para la clase de Comunicación Estratégica (séptimo semestre, 2020-1) con la profesora Sonia García.

Durante los últimos años se ha incrementado el desarrollo de proyectos de emprendimiento, los cuales, en muchas ocasiones, quedan inconclusos debido a la ausencia de iniciativas cooperativas en la sociedad. En la localidad de La Candelaria de la ciudad de Bogotá hay un gran interés por la creación de proyectos de emprendimiento, existiendo diferentes grupos, iniciativas y colectivos que intentan promover este tipo de actividades.

Sin embargo, muchos de estos proyectos se quedan incompletos a lo largo de su existencia, por lo que no terminan consiguiendo sus objetivos, o simplemente permanecen como pequeñas empresas sin mucha proyección. A partir de lo anterior, y luego de realizar la respectiva investigación del contexto, descubrimos que uno de los mayores inconvenientes a la hora de emprender, dentro de esta comunidad, es la falta de un trabajo sinérgico desde una intención colaborativa, razón por la que decidimos construir una estrategia de comunicación llamada “Abrasémonos”, la cual busca establecer alianzas entre los diferentes actores de la zona que estén dispuestos a sacar adelante sus propios emprendimientos, entendiendo que este proceso es mucho más fácil desde la articulación de saberes, ideas, componentes y presupuestos.

Es así como “Abrasémonos” fue pensado para inicialmente hacer un llamado a toda la comunidad del sector, esto con la realización de un festival de emprendimiento donde todas las iniciativas pudieran convivir dentro de un mismo espacio, para finalmente desembocar en un portal web, en alianza con la Alcaldía de Bogotá, en donde todos los proyectos tuvieran su respectiva visibilidad, para así facilitar la interacción con el público externo que se pueda ver interesado en participar o contactar con cada uno de estos.

Inicialmente, hay que tener en cuenta que el cooperativismo es la colaboración entre integrantes de una misma organización para lograr una meta o un fin. Lo anterior permite un desarrollo sostenible en la economía y en el entorno, ya que, si cada persona es capaz de asumir un rol dentro de un proyecto, en este caso de emprendimiento, puede generar un valor especial a este.

Además, en la actualidad, se busca un trabajo cooperativo o en conjunto para dar inicio a una nueva idea de negocio o emprendimiento, ya que el cooperar implica una variedad de pros, haciendo que los proyectos funcionen efectivamente, y estos son: compromiso con la sociedad y el entorno, que se basa en tener igualdad de oportunidades, generando nuevas oportunidades de empleo; mayor resistencia a periodos de crisis, este punto hace alusión a que en los momentos de crisis los pertenecientes al proyecto evitarán desintegrarse, ya que priman los intereses de la organización; mejorar la imagen de la marca, allí se busca transmitir al exterior, el bien que hace la organización a la sociedad, afianzando un sentido de pertenencia por el proyecto. 

Por lo anterior, es necesario que exista una sensibilización acerca de la importancia de cooperar con quienes están más próximos entre sí, para lograr una innovación, la cual comprenda todas las situaciones que afronta la comunicada día a día.

Finalmente, la aplicación de dichas metodologías cooperativistas en los diferentes campos de la sociedad, dan como resultado el surgimiento de nuevos modelos de economía, conocidos como economías colaborativas, siendo estas las causantes de las tan anheladas transformaciones sociales que se buscan hoy día en temas como lo medioambiental, lo monetario y lo humanitario. Cabe mencionar que estos modelos son posibles gracias a la implementación de las tecnologías que constantemente van apareciendo en nuestro entorno, dado que con estas se permitió establecer interconexiones entre una gran cantidad de usuarios, tanto a escala local como global, dando paso a un proceso de intercambio de bienes y servicios, donde no necesariamente se adquiere propiedad absoluta sobre los mismos.

A partir de lo anterior, se puede distinguir entre tres tipos de prácticas dentro de ese ecosistema de cooperación: la primera es el consumo colaborativo, en donde el consumidor paga para obtener acceso a un servicio o producto, en lugar de pagar por la adquisición de estos. La segunda es la producción colaborativa, en la que se trabaja en conjunto durante la creación, desarrollo y distribución del producto o proyecto en cuestión. Y la tercera es el aprendizaje colaborativo, en donde se disponen los elementos educativos provenientes de todos los participantes, para que de esa manera el conocimiento respecto a un asunto se construya desde los saberes comunitarios.

Es por esto que, la ausencia de ese espíritu colaborativo en las comunidades propuestas en el caso, resulta ser un factor negativo, puesto que restringe e imposibilita un crecimiento verdadero en diversos aspectos que puedan llegar a beneficiar a todos los integrantes de una sociedad. Por esta razón, nos centraremos en esta problemática, para ver si mediante una estrategia comunicativa se pueda llegar a causar impacto en este asunto cultural.

Después de haber llevado a cabo consultas respecto a los factores que pueden llegar a incidir de una u otra manera en la problemática escogida, pudimos sacar varias conclusiones:

– Hay una amplia gama de recursos, prácticas, plataformas y servicios que son bastante significativos para la construcción y consolidación de una cultura colaborativa en estas comunidades. Esto es importante ya que, las personas pueden estar en contacto frecuente con entornos que involucran la participación activa de los individuos, pero desde la cooperación, fomentando así el espíritu sobre el que gira la cuestión.

 Los factores mencionados tienen repercusión en una gran variedad de sectores de la sociedad, por lo que desde lo político, lo económico, lo social, lo tecnológico, lo ambiental y lo legal, se puede hablar de elementos que impulsan actos colaborativos entre los miembros de la población del sector, sin embargo, no todos generan impactos positivos, puesto que hay algunos que no son del todo beneficiosos para este tipo de cultura, aunque tampoco son perjudiciales, y otros que causan efectos negativos en esta.

– La hipótesis planteada al inicio de la investigación resulta siendo verdadera, dado que, por lo general, cada uno de los factores contribuye en gran medida a la solución de las otras dos problemáticas del caso planteado, los cuales promueven la realización de proyectos de emprendimiento y el uso de herramientas TIC, donde básicamente se complementa la triada con el aspecto colaborativo. A partir de esto, se puede considerar pertinente la elaboración de una estrategia comunicativa, cuyo eje principal sea la promoción de la cultura colaborativa, para así causar mayor impacto en la resolución del caso.