Un periodista que ama cantar
"Cuando me preguntan qué es lo que más me gusta hacer, puedo sentirme orgulloso de decir que me dedico a ello. Hago periodismo y hago música".
Texto realizado para la clase de Introducción al lenguaje periodístico (tercer semestre, 2020-2), con el profesor Sergio Ocampo Madrid.
“La música siempre me ha encantado, lo hago por placer, porque la disfruto. Ahora me dedico a ella como profesión, siempre será algo que tendré en mis venas, bajo la piel”, Yener Bedoya.
Inquieto es una de las palabras con las que Yener se describe. “En mis 48 años de edad nunca me he quedado en una sola cosa, desde niño siempre estaba en algo”. Desde deportes hasta el teatro y el canto o la guitarra, fue creciendo con la idea de probar un poco de todo. Fue así como en 1984 esta pasión lo llevó a conocer a uno de sus maestros más apreciados y admirados: Néstor Cardona. “Él me empieza a meter en todo el tema de la música, en un principio cantando”. Yener comenzó en “El coro de los cien” cuando tenía alrededor de 12 años. “Era muy particular porque había que actuar prácticamente todo lo que uno cantaba”. Se convirtió en solista y realizó viajes dentro y fuera de Bogotá para participar en distintas presentaciones. Todo esto antes de esos cambios que vienen con la adolescencia, como los de la voz. Aun así, eso no lo detuvo y toda su época escolar fue descubriendo de a poco lo mucho que la música y él se sincronizaban; aprendió a tocar trombón, piano, guitarra y siguió cantando. “Esa época fue una gozadera”.
Pero la cosa no se quedó ahí. Salió de estudiar en 1989 y al año siguiente entró a prestar servicio militar, en una de las épocas más difíciles que enfrentó Colombia. “Fue un momento política y socialmente muy complicado, que me ponía a pensar mucho”. Con la muerte de Galán y Pizarro, en medio de las elecciones y la Constituyente, prestar servicio era una tarea difícil. A pesar de eso, Yener disfrutaba la vida militar. Cuando tuvo la oportunidad de librarse de las garras del Ejército, gracias a un contacto de su padre, prefirió darle esa oportunidad a un compañero que deseaba retirarse con todas sus fuerzas. “Briñez era un soldado de Boyacá que se quejaba siempre de estar allí; decía que tenía una hija y que debía estar con ella. Yo no tenía nada qué hacer por fuera, me encantaba y quería aprender muchas cosas en este lugar, así que no le vi problema porque él sí lo necesitaba”.
Hizo toda su instrucción militar pero la música lo siguió acompañando. En el Ejército había un coro muy famoso del que hizo parte. “Fue una locura porque era una época muy movida respecto a orden público y además me la pasé cantando”. Yener dice que fue uno de sus mejores años y una gran experiencia; grabó varias producciones con el coro y pudo ir de viaje con este, incluso salió en varios programas. “Fue muy chévere porque logré combinar dos cosas que amaba mucho”. Tanto así que al acabar el servicio seguían contactándolo para presentarse con ellos. “Así me hice unos cuantos pesos”.
Estudió música y canto en el conservatorio de la Universidad Nacional en 1991; se instruyó en canto lírico, ópera, zarzuela y canción culta, pero a la par seguía haciendo su música popular, como boleros, reggae o rock, todo en una extraña mezcla musical. Mientras esto pasaba también exploró su pasión por la comunicación. “Escribía mucho e incluso, empíricamente con algunos compañeros de la Nacional hicimos varios documentales”. Fue así como llegó a la conclusión de que debía buscar un camino que tuviera todas estas vertientes que amaba. Por eso decidió estudiar Comunicación Social en la Javeriana. “Terminé el conservatorio y quería seguir estudiando, así que busqué algo que reuniera todo. Al final lo que hacía era comunicar”.
Con su título como periodista ha dirigido varios proyectos que, en su mayoría, unen sus dos pasiones. “La música siempre ha estado presente, liderando varios de mis proyectos”. En 2011 fue contactado por la directora de RCN, Clara Elvira Ospina, quien le ofreció hacer parte de su equipo como presentador. “Estuve 5 años allí; es una casa periodística muy grande y muy organizada, y fue una gran experiencia; me retiré porque quise probar nuevas cosas, pero siempre le deberé mucho a RCN”.
Con el tiempo solo ha crecido su pasión por lo que hace. “Se ha vuelto casi mi vicio, el periodismo y la música”. Ha sido complicado poder organizar su tiempo para disfrutar de todo, pero ha buscado la forma de equilibrarlo, aunque en ocasiones se le ha complicado y ha requerido de sacrificios. No es tarea difícil si se trata de hacer lo que ama, y así como lo dijo uno de sus maestros, y hombre influyente en la zarzuela y la lírica en el país, Jaime Manzur: “mijo, para dormir la eternidad, por ahora hay que trabajar”.
Entre sus proyectos cabe destacar “Las clásicas del amor”, un espectáculo de música en vivo creado por Carmiña Gallo y Alberto Upegui, que recorre el universo de la ópera, pasa por el romanticismo del bolero y el despecho de la ranchera, hasta llegar a los clásicos del rock. Se escucha casi hecho a la medida para Yener, quien actualmente es el director general de este evento. “En 1996, cuando el fundador de “Las clásicas del amor” se enteró de que estaba estudiando periodismo, me invitó a hacer parte, a la par de cantar a ayudarle con unas prácticas de radio y fue una experiencia que me enseñó muchísimo”.
Gracias a esto, no solo pudo practicar todo lo que estaba estudiando, sino que pudo seguir haciendo lo que amaba, hablaba de música, reporteaba música y hacía música.
“Actualmente es un reto, uno muy grande, pero es un espectáculo que me llena por completo y que disfruto hacer”. Han pasado más de 800 artistas, desde que comenzó en 1995 y Yener habla con profunda pasión cuando se trata de Las clásicas del amor.
Nunca ha estado sobre la mesa la opción de escoger entre sus dos pasiones. “Es periodismo y música, siempre irán juntas, y creo que he podido hacer las dos cosas la mayor parte del tiempo”. Afirma que nunca ha dejado se hacer periodismo, pues en este proyecto musical hace diversas cosas que tienen que ver con lo que aprendió durante su carrera como periodista. Ahora está en Red Más y continúa con Las clásicas del amor.
“Cuando me preguntan qué es lo que más me gusta hacer, puedo sentirme orgulloso de decir que me dedico a ello, a hacer lo que me gusta. Hago periodismo y hago música”.