Taxco
Muchos fantasean mientras están despiertos y viven sus rutinas, es el famoso "daydreaming". Embellecemos el día a día y las experiencias que queremos que sucedan en el futuro, por trágicas que estás puedan ser.
Texto escrito para la clase de Pensamiento crítico y argumentativo II (segundo semestre, 2021-2), con el profesor Guido Tamayo.
Los sueños son creaciones que vienen de lo más profundo de nuestro ser, están hechos de nuestros anhelos, terrores o trastornos. En ellos solemos engrandecer muchos de nuestros rasgos, nos gusten o no.
Cuando soñamos despiertos dibujamos o escribimos lo que sentimos, buscamos transmitir un sentimiento por medio de trazos. Lo interesante de ello es que son construcciones abstractas a las que hay que prestar atención en cada detalle para que resulten lógicas.
En muchos de nuestros mejores sueños pensamos en un mundo mejor, tranquilo y sin interrupciones; esto no significa que se obtiene inmediatamente, muchos pensamos la tranquilidad como un espacio oscuro a través del cual llegamos a la luz al final del túnel, donde se supone que las cosas están bañadas con los rayos dorados del sol.
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El trayecto desde Puebla hacia Taxco es largo, son casi tres horas en las que Mariano conduce con pereza y fatiga, pero también con intriga y calma. Viaja solo, ya que nunca se afanó por la idea de formar una familia, pero también porque precisaba de esa soledad absoluta que pocas veces tiene.
Percibe el interior de su escarabajo amplio, puesto que usualmente lleva a una o dos personas en él, sin importar que fuesen apretados e incómodos. Piensa en lo que habrán visto sus abuelos a través del mismo parabrisas que tiene en frente, en cuánto habrán viajado; aunque también intenta recordar el tiempo en el que era él quien se sentaba cómodamente en el asiento trasero y en lo bella y sencilla que fue la vida.
Mariano necesita soledad, la aprecia, pero no siempre puede tenerla. Su familia siempre está en casa y en el trabajo no hay momento alguno en el que pueda alejarse de las personas. Tiene un bullicio constante tras de sí del que son contadas las veces que puede escapar.
Quiere conocer Taxco porque es un pueblo pequeño y tiene casas antiguas y pintorescas que fueron construidas sobre varias colinas empinadas, lo que le hace pensar en la toscana y en sus pueblos pequeños y con una arquitectura propia. Sin embargo, su propósito allá es más egoísta y romántico. Romántico en el sentido de ver el pasado con mejores ojos que el presente, en soñar con una realidad que nunca se ha conocido. Quiere sentirse como en los años 50, en una ciudad llena de escarabajos, ancianos vestidos entre lo formal y lo casual, y tiendas pequeñas y hogareñas, con casas blancas y coloniales, y una espectacular basílica que impera en el panorama de la ciudad.
Recuerda que estaba conduciendo tranquilo y sin concentrarse en el camino, meditando sobre la vida y su fealdad. De repente su vista se volvió borrosa y no vio más el pavimento. Le duele la cabeza, a su alrededor solo hay oscuridad, salvo por unas luces azules y rojas que ve a lo lejos, por encima de la colina. Siente su cuerpo caliente y pegajoso. Está muy cansado y adolorido, es un cansancio que lo abruma y del que quiere deshacerse. Quiere dormir por la eternidad, descansar y ver a sus abuelos y esperar a sus padres. Estar tranquilo en Taxco.