El salario mínimo de Andrés Solano
Columna de opinión sobre "Salario Mínimo", una crónica escrita en 2007 por Andrés Felipe Solano, periodista y novelista colombiano.
Artículo realizado para la clase de Introducción al Lenguaje Periodístico (tercer semestre, 2022-2), con el profesor Nelson David Mayorga.
En este artículo, Andrés Felipe Solano cuenta cómo es vivir en Colombia, más exactamente en el Medellín del 2007, con el salario mínimo, el cual en ese entonces era de 484.500 pesos.
Antes de leer la crónica pensaba: ¿por qué nos parece un reto vivir con el salario mínimo? Y es que es muy fácil hablar desde la preeminencia; cuando nada te falta y casi todo te sobra, es difícil ponerte en los zapatos del resto. Cuando tu mayor preocupación es no tener dinero para arreglarte las uñas, se te hace casi que imposible pensar en cómo viven los demás. Y sí, pueda que en ocasiones hayas lamentado la situación de algunos, los hayas ayudado o, en el común de los casos, le hayas pedido a Dios por sus necesidades. Pero esa es la realidad de miles de colombianos en ese entonces, y que después de quince años algunos la siguen viviendo.
Trato de buscar una palabra para describir lo que me hizo sentir esta crónica, pero no logro encontrarla. Más que eso, pienso en que si a mí -que solo la leí- sentí que me “cambió” el pensamiento, no me alcanzo a imaginar lo que causó en Andrés Felipe, quien lo vivió. Y es que no debe ser fácil dejar los zapatos nuevos por ir a caminar descalzo a un desierto. Pero, al menos, él tenía la certeza de que volvería a ponerse sus zapatos nuevos. Ahora, pensemos por un momento en quienes no han pasado ni pasarán ese trance porque toda su vida han caminado descalzos, en busca de zapatos, no nuevos pero que, por lo menos, les eviten quemarse los pies en el desierto.
Aún recuerdo una frase del libro que me pareció interesante y hasta la subrayé -no suelo rayar los libros–: “Hay un punto, cuando se tiene muy poco, en el que, como cuando se tiene mucho, el dinero deja de importar y uno simplemente se desprende de él: lo presta sin esperar que el otro lo devuelva”, y justamente esa frase fue la que me dejó pensativa, empecé a buscar cuántas personas en la actualidad tienen el reto de vivir con el salario mínimo y encontré que, según las cifras del Ministerio del Trabajo, en 2021, cerca de 12,58 millones de colombianos viven con el mínimo o menos. Y sí, el salario ya no es de 484.500 pesos, pero es como si lo fuera, porque cada que lo aumentan, con él, también se elevan los costos de la canasta familiar, el arriendo, los electrodomésticos, la ropa y el transporte. Entonces, ¿qué sentido tiene que sea más?
Solano, más allá de mostrarnos cómo distribuyen la mayoría de los colombianos el salario, nos mostró cómo se vive en la que se consideró por un tiempo la ciudad más violenta del mundo. Las huellas que dejó la era de Pablo Escobar y cómo aún se vive con incertidumbre, por culpa de un pasado que se desearía olvidar, pero que lamentablemente no se puede borrar.
Es lo que viven la mayor parte de los colombianos, porque no se vive con el salario mínimo, se sobrevive. Y es ahí donde me pongo a pensar en los que ni alcanzan a ganarse eso, y es duro, porque por más que reflexionemos, por más que lamentemos, estamos en un país en el que o se vive en constante reto o no se come.