Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Los héroes de la acrobacia

El show siempre debe continuar, estos seis jóvenes acróbatas se ganan la vida en el semáforo del Monumento a los Héroes.

Crónica fotográfica realizada para la clase de Taller de Convergencia (octavo semestre 2020-1), con la profesora Mónica Parada Llanes.

Llegaron de Venezuela para tener más oportunidades, pero debido a trámites burocráticos no han podido, es por eso que saltando y haciendo acrobacias consiguen el dinero del día a día para vivir en un país que no es el suyo. Trabajan de domingo a domingo, eso sí, si son los primeros en llegar al semáforo. El escenario para sus shows no tiene reserva.

Saltar encima de los carros que esperan el cambio de rojo a verde, hacer un mortal desde la baranda de la calle o saltar sobre sus cinco amigos, son algunos de los trucos que presentan. No tienen más de 21 años, pero se ven más grandes. Deiker quiere estudiar algo con audiovisual, pero sabe que costearse una universidad no es algo que pueda hacer en este momento, aunque espera poder lograrlo. Me dicen que los mire y los fotografíe cuando van a hacer un gran truco, no paran de girar, son escasos los segundos que tengo para hablar con ellos, pero lo que más me llama la atención es su sencillez y alegría, saben que no es fácil, pero disfrutan lo que hacen.

 

"En el prado, así fue que aprendimos a saltar y hacer las acrobacias", dice Geremi. Son 6 jóvenes venezolanos que para subsistir en Bogotá trabajan dando pequeños shows, en dos semáforos al lado del monumento a los héroes.
— ¿Les molesta si les tomo algunas fotos mientras bailan? -pregunté. -No bailamos, hacemos acrobacias -me respondió Yorwin. Me disculpé pues fue mi error ir afirmando sin saber realmente lo que hacían. — Pero sí, dale. Ya casi vamos a empezar.
No quisieron responderme exactamente cómo era su vida, solo que a eso se dedicaban de domingo a domingo y que era algo que los apasionaba. Y de verdad se notaba, porque entre el cambio de rojo a verde se iban preparando para saltar desde el andén.
Siempre sonríen, así alguno se caiga; se levanta y sonríe. Parecen niños pequeños yendo al parque a jugar, solo que aquí les dan dinero. Y pueden llegar a ganar entre 30 mil y 60 mil pesos (cop) dependiendo del día, cada uno.
47 segundos es el tiempo que tienen para sorprender a su público. En Venezuela no era así, entrenaban todos los días de la semana y se presentaban en shows más largos.
—¿Cuánto me cobras por hacernos unos visuales? -me dice Deiker. Me sorprendí, sonreí y le dije que sí pero que lo del pago ni yo lo sabía. (No creí que mi primera oferta de trabajo fuese haciendo un audiovisual para alguien que acababa de conocer haciendo acrobacias en un semáforo, y no me malinterpreten, pues es la primera vez que me ofrecen un trabajo en algo de mi carrera) Gracias por compartir su trabajo conmigo y permitirme formar parte de su equipo por un rato, siempre sonrían, Deiker, Jhon, Geremi, Yorwin, Christopher y Richard.