Mostacho Food Truck se convirtió en el sueño de Dexter Marín al dejar su país natal en busca de nuevas oportunidades.

Perfil realizado para la clase de Taller de géneros periodísticos (cuarto semestre, 2019-2), con el profesor David Mayorga. 

Un sueño: querer ser un emprendedor del mundo gastronómico ofreciendo miles de sabores en una carne. Así nació Mostacho Food Truck, hamburguesas artesanales con experiencias diferentes.

Diciembre es una de las épocas más anheladas por los seres humanos. Navidad, una celebración en la que las familias se unen en un hogar y comparten los más bonitos recuerdos juntos. Era diciembre, esa Navidad de 2016 no era de amor, no era una fecha de recuerdos memorables en familia para Dexter Marín.

A mediados del último mes de ese año, Dexter, su esposa y sus dos hijos se encontraban intentando cruzar la frontera entre Colombia y Venezuela por el puente Simón Bolívar. Llevan horas de viaje desde Caracas, miles de kilómetros aguantando hambre, calor, sin poder dormir y con 600.000 pesos en el bolsillo (lo único que tenían para sobrevivir); un esfuerzo que daría frutos. Entraron a Colombia con la ilusión de un futuro mejor y con muchos sueños en mente.

Una semana después de haber atravesado la frontera, los Marín llegaron a Bogotá a un pequeño apartamento que la hermana de Dexter logró conseguir luego de un año de estadía en Colombia. Los próximos meses serían muy difíciles. Él tenía que conseguir un trabajo en lo que fuera; en ese momento no importaban los cinco años de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones que estudió en la Universidad Católica Andrés Bello.

Pasaron los días, los días se volvieron semanas y las semanas tres meses en los que no encontró un trabajo. Agotado de los negativos recibidos, decidió invertir alguna plata que él y su hermana habían ahorrado para montar ese negocio que Dexter había decidido crear al llegar a Colombia, pero con el que, por miedo, aún no había saltado al agua.

Food Truck

Calle 150 A #48-84, esa fue la dirección que le dieron cuando andaba en la búsqueda de un lugar para montar su negocio de hamburguesas artesanales. El lugar que se encontró fue una especie de parqueadero lleno de carros con diferentes productos, como pizzas, sándwiches, ensaladas, cervezas. Nunca había visto la idea de carritos de comida todos unidos en una ciudad como Bogotá, así que, su excitación por la nueva aventura empezó. Se lanzó al agua, adquirió uno de los camiones y así ya era oficial que se iba a lanzar de lleno con la venta de comida.

 

La explosión de sabor

—Aquí en Colombia son catadores de hamburguesas.

Por eso sabía que podía funcionar la idea, pero no quería una simple hamburguesa que todo el mundo puede preparar en su casa, o de esas que las grandes marcas como El Corral, El Rodeo o McDonald ‘s venden, él quería un producto exótico.

—Mi emprendimiento es empírico, empezamos a probar y a inventar. No hay límites, empecé a crear hamburguesas a base de especias y una cantidad de sabores en la carne. Carne magra y carne de cerdo en grasa. Especias y sales granuladas, pimentón ahumado, paprika española, paprikas burguesas, tomillo, estragón.

 

Mostacho Food Truck

—El nombre salió de una idea de salir de lo rutinario, un nombre no relacionado con las hamburguesas y que tuviera un nombre impactante. Luego de mucho buscar me acordé de una serie de comedia y el estudio donde grababan se llama mostacho y gustó mucho.

Con el lugar, recetas y nombres listos, Dexter inició su sueño, emprender en un campo que siempre le llamó la atención. Un reto que no tenía ni idea de cómo iba a terminar.

 

Burger Máster

—Es una experiencia estresante pero que te da mucha publicidad, este tipo de evento se dispara tu marca totalmente; por ejemplo, había días donde yo vendía 15 o 20 hamburguesas y pasé a vender 800 y 1.000 hamburguesas.

Una competencia creada en 2016 por Tulio Zuloaga, en la que 40 restaurantes de cada ciudad del país participan para demostrar quién tiene la mejor hamburguesa artesanal del mercado. Un objetivo que Dexter se propuso alcanzar y así poder expandir su negocio, con esto claro, tenía que crear la receta perfecta para poder participar en dicho certamen. Así la Ponderosa Máster vio la luz del día.

—La ponderosa fue un invento de puro sabor. Son recetas propias, tiene cortes diferentes de carne, preparamos unas cebollas caramelizadas griegas que le dan un sabor distinto a la hamburguesa, un toque dulce. Publiqué en redes la hamburguesa y pedí que etiquetaran a Tulio recomienda (creador del Burger Master) y en el primer día ya había más de 100 comentarios y 200 me gusta; vinieron muchos catadores y así entramos.

 

El concepto, la calidad y el sabor

—Para saber el éxito de un negocio se debe tener un año o dos de prueba y aquí estoy, dos años después. Tenemos un proyecto muy grande en un centro comercial, para expandirnos. Todo se debe a los tres pilares que me propuse desde el día uno: el concepto, la calidad y el sabor. No necesito más; ayer justo hablaba de eso, no quiero volver a mi carrera, me hace feliz ver a la gente probando mi comida.