Fuente de sabiduría a través del lenguaje
En un mundo donde la tecnología transforma la forma en que interactuamos, la sabiduría de los adultos mayores se ha convertido en un tesoro invaluable.
Editado por: profesora Estefanía Fajardo De la Espriella
Columna de opinión realizada para la clase de Ecologías Mediáticas (Quinto semestre 2024-1), con la profesora María Catalina Cruz González.
La era contemporánea ha experimentado cambios sociales y tecnológicos, marcados por la rápida evolución de la tecnología. Estos cambios han impactado significativamente en la forma en que las distintas generaciones interactúan con el mundo y han suscitado reflexiones profundas sobre las diferencias culturales entre adultos y jóvenes. Mi visión del mundo adulto ha experimentado una metamorfosis, una transformación profunda nacida de la comprensión. La clase de Ecologías Mediáticas ha sido el catalizador fundamental para repensar lo pensado y transformar mi percepción del mundo, encendiendo una chispa de empatía y entendimiento que ha redefinido mi perspectiva hacia las generaciones anteriores.
Los adultos mayores, criados en un contexto cultural donde la oralidad era esencial, han experimentado un cambio monumental hacia la era digital. Su memoria, forjada en la tradición oral, se destaca en su capacidad para recordar detalles significativos de eventos pasados. Su mente, un archivo invaluable de historias, tradiciones y conocimientos ancestrales, se nutre de la experiencia vivida y del legado transmitido de generación en generación.
Esta habilidad contrasta con la tendencia de la generación más joven a depender de dispositivos electrónicos para recordar hasta la mínima información. La tecnología, si bien ha alterado la forma en que las personas acceden a la información, también ha proporcionado a los adultos mayores una plataforma para compartir sus experiencias y conocimientos con las generaciones más jóvenes.
En esta era de la inteligencia artificial donde la creatividad se ve moldeada por algoritmos y patrones predefinidos, la mente de los adultos mayores semeja un lienzo en blanco y libre de las ataduras de la tecnología, los abuelos destacan por su capacidad para resolver problemas y adaptarse a nuevas situaciones de manera innovadora. La rapidez con la que pueden sumar mentalmente, por ejemplo, refleja una destreza cognitiva que desafía las expectativas generacionales. Este descubrimiento subraya la importancia de reconocer y valorar las habilidades únicas que cada generación aporta al conjunto de habilidades humanas.
La convivencia con mi abuela, una persona de mentalidad conservadora, ha sido reveladora en términos de comprender su lenguaje y su pensamiento. Las formas de hablar y actuar de los adultos mayores en ocasiones pueden parecer anticuadas; sin embargo, son el reflejo del contexto cultural en el que se formaron. Su lenguaje, cargado de refranes, dichos populares y expresiones coloquiales, es un tesoro de sabiduría popular que no he sabido valorar hasta ahora. Su modo de actuar se forjó en un contexto cultural diferente al mío, lo que ha resultado en una perspectiva única que no puedo juzgar desde mi marco de referencia.
Comprender el lenguaje de mi abuela, por ejemplo, me ha permitido acceder a su forma de pensar, sentir y actuar, en lugar de adoptar una postura crítica donde mi objetivo era cambiar su pensamiento, cambiar su cultura por la actual. Además, aprender a entenderla y apreciar la riqueza de su vida enriquece mi propia comprensión del mundo.
Si bien la industrialización y la tecnología pueden ser vistas como fuerzas que han vuelto obsoletos algunos aspectos de la vida tradicional, no podemos negar su potencial para mejorar la calidad de vida, incluso para las personas mayores. La tecnología ofrece nuevas oportunidades de comunicación, entretenimiento y aprendizaje, permitiendo a los adultos mayores mantenerse conectados con sus seres queridos, acceder a información y disfrutar de actividades que antes les eran inaccesibles.
La experiencia de estar en Ecologías Mediáticas ha sido transformadora en mi percepción del mundo y, en particular, en mi comprensión de los adultos mayores. La convivencia con mi abuela me ha permitido desentrañar las capas de su cultura, entender su forma de actuar y hablar, y apreciar su creatividad. A través de esta exploración, he llegado a comprender que las diferencias generacionales no deben ser motivo de división, sino oportunidades para aprender unos de otros.
Mi visión inicial ha evolucionado hacia una comprensión más profunda y respetuosa de la diversidad cultural y generacional que enriquece nuestra sociedad. Este ha sido un viaje de autodescubrimiento y apertura hacia nuevas formas de apreciar las diversas perspectivas teniendo en cuenta que cada generación tiene algo único que ofrecer, y que el diálogo intercultural es la llave para construir un futuro más armonioso.
La metamorfosis de mi visión me ha convertido en una defensora del diálogo intergeneracional. Es vital crear espacios de encuentro donde jóvenes y adultos mayores puedan compartir sus experiencias, conocimientos y perspectivas. Solo así podremos construir un futuro donde la sabiduría del pasado se integre con las posibilidades del presente, creando una sociedad más rica y diversa.