Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Desprenderse de la ropa y gritar libertad

Realizado por: Tatiana Alvira, estudiante de cuarto semestre – 2017, para la materia: Taller de géneros periodísticos del profesor Fernando Cárdenas.

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Con un poco de decepción comenzó la tarde de Luisa Fernanda Almonasif, gestora del proyecto: “La construcción del cuerpo en lo social”, cuando se vio sola en la Universidad Jorge Tadeo, punto de encuentro con las chicas que querían hacer parte del performance que había organizado. Una llamada le devolvió la esperanza y la llegada de 4 chicas le devolvió la ilusión.

El cuerpo desnudo siempre ha sido estigmatizado en la sociedad. Han creado unos códigos de belleza que hay que seguir para lograr ser un humano “bonito”; que el cuerpo de una mujer debe ser delgado y voluptuoso, que el de un hombre debe ser grande y marcado, son parte de las ideas que nos han construido desde la cultura de Barbie y Max Steel. Le han quitado valor a lo que es ser humano y la idea de que todos somos hermosos e iguales solo por el hecho de que nuestro corazón late a una misma velocidad suena descabellado y estúpido para muchos.

Luisa Fernanda está trabajando en revolucionar ese concepto superficial que se le ha dado al cuerpo, experimentó con la opinión pública incitando a un grupo de chicas a dejar los prejuicios, quitarse la ropa y mostrarse al desnudo ante la sociedad, de contar a través de cicatrices, marcas, tatuajes y contexturas su historia y procedencia demostrando así que el cuerpo es un templo sagrado que debemos amar en vez de buscar transformar. “Fue muy bonito cuando pregunté a una de las chicas cuál era su motivación al participar y me respondió que quería mostrar cómo el tener un hijo le había cambiado la vida a tal punto que había dejado huellas en su cuerpo”, comentó Luisa.

Todos poseemos diferente visiones sobre nuestro cuerpo y el de los demás, en todos existe el pudor. Ver cinco mujeres desnudas en la calle 26 creó conmoción en las personas que transitaban la zona pero aún más en ellas mismas. Carolina Celis, participante del desnudo comentó que para fue una experiencia renovadora para ella y sus compañeras, “me sentí muy confortable al mostrarme tal y como soy, me gusta la idea de dejar una semilla de naturalidad desde el cuerpo, eliminar comodidades y apariencias, así exteriorizar una transformación de género y de pensamiento”.

Esta iniciativa de construir otro panorama social desde el cuerpo se está volviendo cada vez más común, las personas están despertando la conciencia en sí mismos de salir de los estigmas creados y volver a la naturalidad del ser humano. Crear aceptación de nosotros hacia nosotros es prioridad para estar en paz y el estar desnudo es muestra de fortaleza y liberación, se lo recomiendo.