Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Dando la vuelta al mundo sobre ruedas

Este perfil cuenta la historia de la patinadora Fabriana Arias, quien ha sido 15 veces campeona mundial.

Texto realizado para Lenguaje Escrito II (segundo semestre, 2021-1), con el profesor Guido Tamayo.

El 14 de febrero de 2021, se celebraba alrededor del mundo el día del amor y la amistad, y aunque en Colombia se celebra en septiembre, la ciudad de Ibagué fue testigo de la gran victoria que obtuvo la joven antioqueña Fabriana Arias durante el campeonato panamericano de patinaje.

La 15 veces campeona mundial inició su carrera en el patinaje artístico con tan solo 4 años. Cuando Fabriana ganó una competencia de patinaje de velocidad, su profesora quedó impresionada al notar su talento y la convenció de cambiar su modalidad de artístico a velocidad, lo que ayudó a crear a una de las mejores deportistas que tiene el país y el mundo del patinaje.

Esta historia comienza cuando los papás de Fabriana deciden que debe hacer una actividad extracurricular en las tardes después del colegio, para poder aprovechar su tiempo de mejor forma, así que la inscribieron en un club de patinaje, en el que nuestra campeona asegura haber quedado totalmente enamorada de este deporte sobre ruedas. La primera vez que montó en unos patines de línea fue en su casa, al intentar montar se le torcían los pies y aunque esa sería una razón para que un pequeño o una pequeña descartaran ese deporte, el efecto que tuvo en Fabriana fue que desató todo ese amor hacia los patines y su mundo.

Pero antes del patinaje, a sus cortos 3 años, fue personera del jardín en el que estudiaba, demostrando su capacidad de ser líder. Un dato curioso que cuenta su familia es que, de pequeña le gustaba mucho el juego de las escondidas, un juego muy común en Colombia que consiste en que mientras una persona cuenta, el resto de los amigos se esconde y esta persona que estaba contando debe ir a encontrarlos antes de que ellos toquen la pared en la que la persona estaba contando.

También, una de las creencias más grandes de Fabriana son las hadas, tiene una figura de hada muy importante para ella, la cual representa su empoderamiento y el de las mujeres en general. El hada tiene un bastón que le hace sentir que es fuerte y puede lograr todo, es su objeto de la suerte. Además de creencias hay secretos, el secreto de Fabriana para lograr todo lo que hoy ha logrado es ser muy apegada a Dios, dice que todo lo que tiene es gracias a él; lo segundo es, por supuesto, ser muy disciplinada, estar enfocada en su meta y no dejarte vencer por los obstáculos; y el último, pero más importante, es ser muy feliz con lo que haces y entregarlo todo en la pista.

Cabe destacar que cada deportista tiene su ritual y Fabriana no es la excepción, antes de empezar cada carrera piensa en que quiere ganar, que hará todo para ganar y le pide a Dios que la ayude, que le de mucha tranquilidad y fuerza para cruzar la meta de primera. Esto lo complementa con un dibujo que hace antes de competir. En el dibujo se puede ver a ella en el podio, en el primer lugar con la medalla de oro, como el que vemos como imagen de este texto, que es hecho por ella para un programa de televisión en el que se pidió que lo recreara.

Este camino deportivo siempre tiene dos ganadores, dos soñadores y luchadores que dan todo de si para lograr sus metas, estos son el deportista y el entrenador. Iván Vargas inició siendo el entrenador de Fabriana desde que ella era casi una bebé, con sus patines torcidos y medias largas, lo cual ha creado vínculos muy fuertes. Una de las anécdotas que cuenta este entrenador es que cuando Fabriana ganó un mundial por primera vez en 2011 en Corea del Sur, que cumplieron sus sueños, él empezó a recordar cómo el la conoció siendo una niña pequeña y llegan todos sus recuerdos, ese logro fue muy celebrado por ambos y uno de sus momentos más felices.

Aunque podemos ver todos sus logros y sonrisas, la vida del deporte no es solo eso, si nos fijamos en el camino que tiene que ser recorrido por un deportista para llegar a un título, ya sea nacional o internacional, veremos mucho esfuerzo y dolor que muchas veces puede acabar en lesiones y caídas, ella se ha caído muchas veces y eso la hace tener miedo de volver a ir rápido con los patines, pero siempre logra volver a la pista.

Ella cuenta que una semana antes de viajar a las copas europeas no podía ni siquiera pararse en sus patines y al intentar pisar sentía un intenso dolor, tenía ambos tobillos muy inflamados y esa inflamación crecía cada vez que intentaba patinar un poco. Y es que tener una lesión en el mundo del deporte puede ser muy difícil y doloroso, pues todo el mundo te hace el feo y sientes que no podrás salir adelante, que no vas a mejorar y no regresarás a tu nivel de competencia, esto te lo repiten tanto que te lo metes en la cabeza, cuenta. Sin embargo, la única forma de salir adelante según Fabriana es apegándose mucho a Dios y teniendo mucha fe en que todo va a mejorar, que es solo un obstáculo, pero lo que se viene es mucho mejor.

No podemos olvidar a los World Games, que son la competencia más importante para los deportes que no están incluidos en los juegos olímpicos, su proceso de clasificación es difícil pero no imposible para Fabriana. Para ser seleccionada a los World Games tuvo que estar en una concentración en Bogotá, entrenaron hasta 3 jornadas diarias de bicicleta, gimnasio y patinaje, hasta que fue seleccionada a los world games 2017 en Polonia, certamen en el que se llevó 3 medallas de oro y 2 de plata, medallas que Fabriana asegura son como sus medallas olímpicas.

El año 2017 se convirtió en su mejor año como deportista, en el que recibió varios premios, uno de ellos es el título de Deportista del año, y aunque tiene tantos logros, aún conserva su primera medalla, la de los 5 años, esa que, sin saberlo, llevaría al éxito a esta gran mujer antioqueña.

Sus sueños, luego de tantos logros, siguen intactos, y estos se tratan de seguir estando en Colombia, seguir representando a nuestro país como selección Colombia, como campeona mundial, seguir sintiendo orgullo y alegría al lograr que el himno de Colombia suene tantas veces en el extranjero, en lo más alto del podio.