Los retos de un Estado digital
¿Cuáles son los grandes desafíos del Estado colombiano para usar las TIC en beneficio de todos los ciudadanos?
Investigación realizada para la clase de Gestión de medios sociales (Maestría en comunicación política, 2022-1), con la profesora Catalina Restrepo.
Hace más de 20 años, Colombia se embarcó en la transformación digital del sector público, identificando los beneficios de las tecnologías de la información y las comunicaciones para el desarrollo del país y para la consolidación de instituciones y entidades públicas más eficientes y proactivas.
Se preguntarán qué sentido tiene que el Estado use y aproveche las nuevas tecnologías. La respuesta es que son herramientas indispensables para atender y resolver las necesidades de la ciudadanía de una manera más efectiva. La labor del Estado es y seguirá siendo prestar más y mejores servicios a la ciudadanía y, para lograrlo, es fundamental que la tecnología sea su aliada.
Para evidenciar aún más la necesidad de estados digitales en el mundo no tenemos que ir muy lejos: COVID 19, aislamiento social, teletrabajo y todas las secuelas de la pandemia. Esa coyuntura que vivió el mundo (y que sigue viviendo) pone en evidencia que un Estado que no entre en la era digital está fallando con su objetivo primordial de estar cerca de los ciudadanos y ciudadanas, y de ofrecerles alternativas para relacionarse con las entidades públicas de una manera más amigable.
No podemos obviar que la ciudadanía de hoy no es la misma ciudadanía de hace 20 años, o la misma de hace 50 años. Hoy, en el mundo existen más de 4.9 billones de usuarios de internet, el 96.2% de la población mundial posee un smartphone y el 58.4% es usuario activo de las redes sociales. Los colombianos y colombianas del 2022, en promedio, navegamos en internet 10:03 de las 24 horas del día. Estas cifras pueden ser alarmantes vistas desde el lente de las humanidades digitales, pero para los estados es la evidencia de que es necesario repensarse e innovar para hablar el mismo lenguaje que la ciudadanía.
Sabemos o hemos oído hablar de lo engorroso que puede llegar a ser realizar un trámite en cualquier entidad de Colombia. Tomar bus o dirigirse en cualquier medio de transporte para asistir de manera presencial a la entidad, sacar la fotocopia al 150 por ciento del documento de identidad y hacer filas largas. En un contexto donde contamos con una ciudadanía muchísimo más conectada, es necesario que el Estado haga uso de las nuevas tecnologías para hacerle la vida más fácil.
Por eso nació la Carpeta Ciudadana Digital, el canal de acceso que se dispone a cada ciudadano y ciudadana del país para realizar trámites y consultar documentos que custodian las entidades del Estado. Es decir que, a través de esta herramienta, la ciudadanía puede relacionarse con las entidades públicas de manera virtual, gratuita y rápida. Cada vez son más los trámites y documentos que se incluyen en la Carpeta Ciudadana Digital. Por ejemplo, se puede consultar y descargar el RUT a través de esta herramienta dispuesta por el Ministerio de TIC.
Sin embargo, así como las cifras confirman que somos una sociedad cada vez más conectada y así como el Estado en Colombia ha hecho esfuerzos por ser cada vez más digital, no podemos perder de vista las brechas latentes en nuestra sociedad. Son indispensables en el proceso de seguir consolidando un Estado que usa las TIC para cumplir con su función primordial de prestar más y mejores servicios a todas y todos.
Por ejemplo, sigue habiendo una brecha de género significativa en los entornos laborales relacionados con tecnología. Según un estudio de 2021 sobre la fuerza laboral de ciberseguridad realizado por el Consorcio Internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información – (ISC)², su muestra poblacional incluía mayoritariamente a hombres debido a que son quienes ocupan con mayor frecuencia cargos formales en ciberseguridad o son los responsables de este tema en sus organizaciones. El estudio sostiene que solo el 25% de la fuerza laboral en esta materia a nivel mundial son mujeres.
También, a pesar de que en los últimos años Colombia ha ido cerrando la brecha digital, tal y como se evidencia en los resultados 2020 del Índice de Brecha Digital que desarrolla el Ministerio TIC , sigue habiendo una diferencia importante entre el departamento mejor puntuado en el Índice que fue Bogotá, y Vaupés que fue el de menor puntaje.
Sin lugar a dudas, todas estas brechas prenden una alerta cuando hablamos de Gobierno Digital o de la transformación digital de las entidades públicas en Colombia. ¿Cómo le exigimos a una entidad territorial que emprenda procesos que involucran nuevas tecnologías cuando no tiene acceso a internet?, ¿cómo podemos capacitar a los trabajadores públicos para hacer frente a la brecha de género latente en los entornos laborales relacionados con tecnologías? Estos son apenas dos de los retos que tiene que pensar el Estado colombiano para seguir consolidando instituciones más eficientes a través del uso y aprovechamiento de las TIC.
Sin embargo, hay retos transversales muy importantes que quisiera mencionar. El primero, es el reto de la comunicación en el sector público. La falla comunicativa del Estado es grande y lo vemos evidenciado cuando la ciudadanía o los diferentes grupos de interés no se enteran de lo que pasa al interior de las entidades públicas. El desafío es comunicar asertivamente las políticas públicas, las iniciativas y los proyectos que se gestan. Las entidades públicas en Colombia llevan a cabo proyectos destacables y la gente ni se entera.
También está el reto de desafiar la cultura del papel. La idea latente en nuestra sociedad de que lo único válido es el documento en físico o impreso. Esta práctica es importante en cuanto debemos entender que la transformación digital va más allá de aplicar nuevas tecnologías al operar de las entidades: es necesario un cambio de mentalidad que habilite e impulse la digitalización de trámites y la consolidación de un Estado cada vez más digital y mejor para todas y todos. Ahora bien, desde mi punto de vista, ambos retos implican procesos que deben ser enfrentados con la adopción de un enfoque innovador en las entidades públicas, el cual les permita actuar en modo startup, como bien menciona el exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia, Dapre, Víctor Muñoz . Dice que el sector público actúe en modo startup, esto no es más que la adopción por parte de las entidades del Estado de estrategias innovadoras que bien aplica el sector privado, y que le permitan generar resultados de forma rápida y efectiva.
Un tercer y último reto, que no es menor, es desafiar la idea de un Estado rígido y ajeno a la ciudadanía. Y para eso, precisamente, es que se deben usar las TIC en el sector público, siempre teniendo como objetivo impactar positivamente la vida de todos los ciudadanos y ciudadanas en Colombia, a través de un Estado dinámico que se adapta a las demandas de un mundo cada vez más digital.
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