El senador Alirio Barrera llegó a la Plaza de Bolívar montado sobre un caballo. Con él, trajo un mensaje a la Nación. Sin embargo, los colombianos sólo se quedaron con la imagen del jinete, no con el trasfondo de su acción.
Lleva malabareando dos décadas. Su arte lo llevó a Alemania, a Francia y lo devolvió a Colombia para reivindicar la identidad latinoamericana desde el circo.