Por Valentina Guerrero.

En la península de La Guajira uno de los 32 departamentos de Colombia, se encuentran ubicados los indígenas Wayúu, en este lugar residen cerca de 128,727 indígenas en una extensión territorial de 15,000 kilómetros cuadrados, están concentrados en 3,344 rancherías y 23,217 viviendas, lo que indica que son el pueblo indígena más grande del país. Generalmente se piensa que estos indígenas son nómadas, pero esto es falso. Cabe resaltar que en esta cultura las mujeres superan en número a los hombres, razón por la cual decidí conocer a fondo esta comunidad indígena a través de una de sus integrantes, Erika Oriana.

Aún recuerdo la primera vez que tuve contacto con ella, a simple vista su aspecto físico denota que no proviene de la ciudad, que por el contrario ha tenido la fortuna de heredar cerca de 2,167 años de historias y tradiciones culturales propias de su etnia. Me atrevo a hablarle y preguntarle si era la persona por la cual yo estaba esperando, inmediatamente recibí de su parte una gran sonrisa y asintiendo responde la pregunta que acababa de formular, justo ahí, sentí que de ella iba a recibir más de lo que esperaba.

-Jamaya, Taya chi kanüliakai Erika.

Con ese saludo en Wayuunaiki, entendí que, en frente mío, no tenía una simple mujer, si no que estaba la representación de toda una cultura ancestral, característica y representativa de mi país ante los ojos del mundo. Erika actualmente es estudiante de administración de empresas en la Universidad Externado de Colombia.

-Me propuse salir de los esquemas de las mujeres de mi pueblo y estudiar lo que más me gusta en la vida.

-¿Esquemas? ¿Qué esquemas?

-Mi cultura es muy diferente a la de ustedes…

Erika toma asiento y lo primero que hace es dejarme claro el tipo de organización social que poseen los Wayúu…

Somos una cultura matriarcal, es decir si yo llego a tener un hijo el primer apellido que este tendrá será el mío y no el del padre, somos la base fundamental de la familia, porque somos las encargadas de educar a nuestros hijos, de atender todo lo que tiene que ver con el hogar y somos líderes en nuestra comunidad.

Nos dedicamos a trabajar muchísimo, la mayoría de nuestro trabajo se basa en las artesanías, es decir tejer chinchorros, mochilas y hacer manillas, mientras que los hombres se encargan de pastorear y de cuidar los animales. A nivel de nuestro departamento, las mujeres han llegado a ser las representantes trabajando por los intereses y derechos de nuestra población indígena.

Y es que, en realidad, la organización social de la cultura Wayúu es más compleja de lo que parece, su estructura es de carácter matrilineal, matricentrica y clánica, cada uno tiene un territorio propio y un animal totémico. En cuanto a la autoridad, en el ámbito familiar, la posee el tío materno teniendo como obligación tomar decisiones e intervenir en las discusiones que se puedan llevar a cabo; por otra parte, en cuanto a la autoridad máxima se remiten a los jefes tradicionales o los putchipu.

Erika, además de hablar Wayuunaiki, también habla español. El Wayuunaiki es la lengua hablada por el pueblo Wayuú, perteneciente a la familia lingüística Arawak, cuenta con seis vocales y 16 consonantes.

-“El español lo aprendí a hablar a los trece años y eso que aún tengo algunas dificultades, lo primordial para todos en mi comunidad es que el Wayuunaiki no se pierda, ya después sí, para comunicarnos con ustedes, tenemos que aprender el español.”

-¿Por qué hasta los trece años y no antes?

Porque a los trece años me convertí en majayüt y en ese momento de la vida, después del encierro, es cuando las mujeres ya podemos hacer más cosas que una niña normal, ahí aprendemos a defendernos solas y a ser más independientes.

Cuando una niña de la comunidad Wayuú tiene su primera menstruación se considera que es el momento más importante de su vida, ya que es cuando se le enseñan valores y costumbres femeninas propias de la comunidad, que dan paso a la edad adulta durante un ritual denominado “el encierro”, el cual consiste como su mismo nombre lo indica en permanecer algunos meses (dependiendo del estrato socio-económico de su familia, puede abarcar entre uno y cinco años) encerrada en su vivienda, sin poder tener contacto con el exterior ni con sus pertenencias, el objetivo de este encierro es crear una mujer que de ejemplo a generaciones próximas.

Así mismo, la mujer es la que se capacita más en todos los aspectos, es así como en esta etnia que hace parte de las riquezas culturales de nuestro país nos demuestran cómo le han atribuido a la mujer la conformación, organización y dirección de su tribu, enalteciéndola por llevar en su cuerpo el privilegio de otorgar la vida.

Por su parte, Erika se ha alejado de su comunidad para estudiar en la ciudad intenta transmitir la enseñanza que se le otorgó acerca de la importancia de la mujer para el orden y funcionamiento de las sociedades, tanto ancestrales como contemporáneas.

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