Seis personas viviendo bajo el mismo techo y sufriendo en conjunto. Unos retratos de familia que muestran la lucha para poder obtener una sonrisa.

Proyecto realizado para la clase de Fotografía (segundo semestre, 2021-2), con el profesor Jairo Orozco.

Soy Alejandro Cabarca Cañón y esto es un pequeño homenaje a una parte de mi familia, en realidad la que más me ha apoyado y ha estado para mí. Somos seis viviendo en una sola casa, pero son cinco los que se van a robar el protagonismo en estas páginas, con esas sonrisas que han mantenido esta familia unida.

Estas páginas contienen la esencia de cada uno de ellos, y más que nada cuentan un poco la historia que transcurre detrás de esta familia. A pesar de ser tan alegres, hemos superado muchas tragedias. Desde pequeño recuerdo cada momento especial que he vivido con ellos y que cuando las cosas se ponían algo turbias teníamos el hombro del otro para sostenernos. Infidelidades, muertes, amenazas, peleas y un sinfín de circunstancias han puesto a prueba la unidad que tenemos.

Mentiría si digo que la relación entre nosotros siempre ha sido color de rosas. Como en toda familia, las discusiones y la tristeza a veces se cuelan por los rincones menos esperados y, aún en los momentos de paz, se filtraban instantes de amargura por relaciones que simplemente no convenían o falsas amistades que, aunque parecieran tan bellas como la orquídea, en realidad eran un parásito aferrado a nuestras vidas.

Tiempo fue lo que necesitamos para darnos cuenta de lo que en realidad le sucedía en nuestra familia, y para ser honesto agradezco cada bache que se nos atravesó, ya que permitió que la verdadera belleza y esencia de cada uno de nosotros saliera a la luz.