Detrás de cada performance de una Drag Queen hay historias, identidades, luchas y formas de resistir. Así son Ángel y Daniel fuera del show.

Reportaje realizado para la clase Flujos de trabajo en la industria audiovisual (séptimo semestre, 2020-1), con la profesora Carolina Robledo.

Las miradas no son las mismas, hay quienes tienen una visión más colorida y divertida de la vida. Así son las cosas. También en una comunidad que busca por medio de un show trascender y hacer cosas diferentes en Colombia.

La escena drag queen representa todo un desafío para quienes la integran, ya que al establecerse como una forma de oponerse a los estereotipos de género, quienes ejercen esta forma de arte performático terminan siendo objeto de estigmatización y son vistos como “raros”. Vivir fuera del performance también es un reto, pues, incluso fuera de sus personajes, tienen que librar luchas internas alrededor de sus identidades, sus relaciones interpersonales, así como las formas de construir su sentido de vida.

“Drag queen” es un término que se refiere a quienes visten con prendas femeninas con intenciones teatrales y sarcásticas, e incluye en lo más profundo de su esencia la ironía y la sátira. Detrás de las largas pestañas, los labios marcados y los trajes llenos de color de sus personajes, las drags demuestran a diario que subirse a una tarima por unos minutos resulta siendo un refugio.

Ángel y Daniel, son dos jóvenes bogotanos que han enfrentado estas dinámicas por años, pero que le siguen apostado a construir una sociedad diferente a través de sus vidas personales y la de sus personajes. Conozca en este video su apuesta por la desestigmatización del drag en una sociedad tan tradicionalista como la colombiana: