El Bohemio, una tradición bogotana
Un plato de salchichas con salsa "atavaska" ha sido desde 1939 el símbolo de costumbres culturales que se heredan por generaciones.
Publirreportaje realizado para la clase Flujos de trabajo en la industria audiovisual (séptimo semestre, 2019-2), con la profesora Claudia Patricia Bautista Arias.
Don Pedro Duarte, el fundador de la Salsamentaria El Bohemio, abrió las puertas del que durante muchos años fue su único local a finales de la década de los 30 en pleno centro de Bogotá. Desde entonces, el auténtico sabor de sus salchichas, fabricadas a base de una combinación de carnes de cerdo y res, ha permanecido en el gusto y el corazón de muchos bogotanos que desde muy pequeños disfrutaron de este sencillo pero famoso plato.
Y ocho décadas después, es muy frecuente que las personas que trabajan o visitan el centro de la capital vayan hasta la carrera Novena con calle 21, donde se encuentra el punto en que nació El Bohemio. Una casa antigua que aún conserva intacta su arquitectura, así como su decoración inspirada en la tradición taurina, de gran arraigo en Bogotá durante el siglo pasado.
El prestigio de la marca se forjó gracias a que muchos de sus primeros clientes fueron aficionados que salían de La Santamaría para continuar hablando de la faena de la jornada mientras compartían los famosos platos sencillos o dobles de salchichas, siempre acompañados por el pan francés y la salsa atavaska, célebre por su color rojo intenso y por ser exclusiva de este céntrico local.
Lo que fue el “tercer tiempo” de las corridas de toros sobrevivió al paso del tiempo y los recientes debates sobre su práctica en la ciudad. Es así como este ritual bogotano se sigue practicando entre las nuevas generaciones, que aún visitan el sitio para ir a comer con la familia, con la pareja o con los amigos. Y entre la amplia oferta de la Salsamentaria El Bohemio, que cuenta con una gran variedad de productos cárnicos, el producto estrella siempre serán las salchichitas que la hicieron famosa hace varias décadas.