Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Repensando el periodismo

En tiempos en los que la crisis parece no salir del contexto periodístico y cada día vemos cierres y despidos, ¿llegó la hora de la gran reinvención?

Reportaje realizado para el cubrimiento especial del Festival Gabo 2019, con la profesora Mónica Parada Llanes.

En tiempos en donde la palabra crisis parece no salir del contexto periodístico, en los que cada día se tienen noticias de otro gran medio reconocido cerrando sus puertas y de despidos masivos de periodistas, la pregunta para hacerse es ¿llegó la hora de la gran reinvención del periodismo?

La cita para saber la respuesta a esta pregunta y otros interrogantes se dio en el marco del Festival Gabo 2019, al que acudieron periodistas de todas partes del mundo para escuchar las nuevas propuestas que se han planteado para darle un giro a la profesión, sin olvidar lo que es verdaderamente importante: la información, el rigor, la veracidad y la búsqueda constante de la verdad, partiendo desde la formación que se le está dando a la nueva generación de periodistas.

Sin embargo, hay limitantes que impiden que la labor del periodista se desarrolle a cabalidad, por ejemplo, Lucia Pineda, jefe de prensa de 100% noticias, habló con Conexión Externado de la dura represión que sufren los medios en Nicaragua, pero a pesar de eso las nuevas plataformas han sido el campo para seguir dando la pelea para la libertad de expresión.

Otro aspecto que se está replanteando es la manera cómo se están financiando los medios. Pepa Bueno, directora de Hora 25, opina que no es el periodismo el que se debe amoldar a los modelos de negocio que se proponen, sino al contrario, el periodismo debe seguir manteniendo y mejorando en calidad para que se tenga que pensar en un modelo de negocio completamente nuevo que se acople a lo que realmente necesita este oficio.

Todos estos retos y nuevos formatos fueron los que los que se plantearon los diferentes periodistas internacionales en conversación con Conexión Externado, quienes al final concluyeron que el periodismo es una profesión que todavía vale la pena y que sigue siendo indispensable para poder hablar de una nación democrática.

Crisis
Durante años la crisis económica ha amenazado gravemente el periodismo en todo el mundo, provocando el cierre de varios medios de comunicación y el despido masivo de periodistas de aquellos medios que intentan sobrevivir, afectando así la calidad de la información.

La falta de suscriptores y publicidad le impiden a los medios lograr una cobertura exhaustiva y precisa, lo que lleva a la falta de credibilidad y apoyo por parte del público.

Para hacer contrapeso a esta crisis los medios deben cambiar su modelo de negocio y adaptarse de forma correcta a la era digital: obtener y divulgar la información de manera instantánea y viable económicamente, entregando al público la noticia por medio de distintos formatos.

Educación
De todos los cambios que están atravesando los medios, nace la necesidad de repensar desde las universidades y las facultades de periodismo la forma en la que se debe educar a las nuevas generaciones. Un debate que incluye a universidades, estudiantes, medios y periodistas.

A pesar de la crisis económica y la represión que sufren los medios y periodistas actualmente, las ganas de los jóvenes por estudiar esta carrera permanecen, incluso en países donde se cierran medios o se atenta contra la vida y la libertad de los profesionales.

El reto está en permanecer a la vanguardia con los cambios tecnológicos y reformar los pensum, para que haya periodistas convergentes, capaces de transformar los lenguajes y las formas. Pero lo más importante es profundizar en la ética profesional y la rigurosidad para lograr un buen periodismo.

Contenido
El consumo de contenido aumenta de forma positiva gracias al mundo digital; la rapidez, el fácil acceso y la actualización constante de las noticias permiten al público navegar en un mar de información. Por lo general se cae en el error de creer que los usuarios se limitan a consumir contenido basura; sin embargo, los contenidos noticiosos y de investigación han tenido una gran acogida en el periodismo internacional.

Las redes sociales se han convertido en la principal herramienta para divulgar cualquier tipo información y por medio de ellas los usuarios puede consumir aquello que les interesa en formatos de video, audio y por supuesto texto, contemplando distintos puntos de vista y formas innovadoras de narrar las historias.

En casos como el de Venezuela, Twitter es una herramienta valiosa para la divulgación de noticias y opinión, plataformas como Facebook y YouTube son el fuerte de la prensa independiente de este país que lucha a diario contra la censura y que a diferencia de los grandes medios, no están parcializados.

Migración a suscriptores
Ante los constantes ataques hacia el periodismo y la constante falta de recursos, surge otro reto: los suscriptores necesitan encontrarse con estos en las redes sociales y en otras plataformas que son menos opresivas con ellos.

Para la muestra un botón, la Deutsche Welle en su canal de YouTube cuenta con 333,000 suscriptores siendo todo un caso de éxito y conservando la calidad en sus piezas. The New York Times publica trinos que despiertan la curiosidad y redirigen a los artículos en su página principal y monetizan con ello, amén de contar con más de 44 millones de seguidores en esta red social.

Es aquí donde la difusión que generan plataformas sociales como Facebook o Twitter son fundamentales como vías de acceso hacia algo más grande como YouTube, en donde la libertad para crear contenido e informar con seriedad es máxima.

Marca vs. Mensaje
Existe un debate entre la importancia que debe tener la marca frente a la relevancia de la información que se transmite. En algunas circunstancias es más importante la reputación o el corte editorial del periodista o medio que la calidad.

Para algunos debe primar el mensaje que se construye a partir de la experiencia y el escuchar a las fuentes, pero que el medio cuente con credibilidad y como un referente debe ser un plus; sin embargo, lo más importante es educar a una audiencia crítica que sea capaz de cuestionar incluso los medios con mejor reputación.