En la cárcel: ni sepo, ni sapo
Las cárceles colombianas, lejos de ser centros para separar a los ciudadanos de la delincuencia y posteriormente reinsertarlos en la sociedad, parecen un foco de abuso, suplicio y degradación humana.
Historia de vida en podcast realizada para la clase de Lenguaje Sonoro (Segundo semestre, 2023-1), con el profesor Sergio Enrique Jiménez Salazar.
Actualmente las cárceles colombianas cuentan con un hacinamiento del 20%, empeora en las estaciones de policía, donde llega al 150%. Esta situación incrementa la corrupción carcelaria, pues propicia un mercado ilegal alterno de bienes y servicios básicos que originalmente deberían ser proporcionados por el Estado.
Este es un fragmento de la vida de dos personas que estuvieron privadas de la libertad dentro de cárceles colombianas, ellos son Tamara y Fabio, quienes a consecuencia de sus actos terminaron cambiando años de su vida social en las calles de Bogotá por años de reclusión, años en los que pasaron por una serie de maltratos, agresiones y un sin fin de sufrimientos que los dejaron marcados de por vida; lejos de ayudarlos con su reinserción social, los hizo decaer más dentro de los eslabones de la sociedad colombiana.