Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Las ideas erróneas sobre el amor

Si definir este es complejo, explicar qué es el amor de modo romántico lo es aún más en un texto pequeño.

Argumento realizado para la clase de Pensamiento crítico y argumentativo I (primer semestre, 2022-1), con el profesor Miguel Ángel Manrique.

Hoy en día, muchas parejas en el mundo tienen ideas erróneas del amor, especialmente del modo romántico. Realmente, amar es como armar un rompecabezas, pues ambas necesitan la unión de varias fichas que encajen, pero no pueden añadir piezas que no se ajusten con las demás.

Al amor no es posible buscarle sinónimo porque no tiene, más bien, es un rompecabezas que está conformado por un conjunto de piezas intangibles. Cada una de ellas es necesaria y tiene la misma importancia, pues si alguna se pierde, armarlo nunca será posible. Existen diversas maneras de armar el juego, las cuales han sido estudiadas bajo diferentes posiciones, guiadas por la religión, la psicología, los griegos, ideales como Platón, entre otros.

En efecto, los distintos puntos de vista presentan un proceso en común: el romántico, que consiste en unir partes hasta sentirse atraído por alguien emocionalmente; el incondicional, que pretende armar el tablero del juego de mesa, sin esperar nada a cambio; el propio, que relaciona los pedazos de la aceptación y el cariño a sí mismo; el fraternal, que construye el tablón del afecto hacia la familia y amigos estimados; y por último, el platónico, que intenta completar los elementos en su conjunto, aun cuando, es de fantasía.

Paralelamente, el amor necesita de piezas como el respeto, cuidado, comunicación, responsabilidad, confianza y compromiso, al igual que un rompecabezas requiere de fichas para conformar la figura. Sin embargo, es importante no omitir ninguna, como tampoco añadir fichas que no encajen, es decir, violencia, subordinación, dependencia, obsesión, necesidad de aprobación, manipulación, posesividad y mala comunicación son elementos que impiden la finalización del rompecabezas.

Ahora bien, si en la construcción del tablero no hay libertad, no se estaría armando el correcto. Entre tanto, el amor romántico conlleva a que la pareja esté dispuesta a jugar el rompecabezas en equipo, de lo contrario, sería en vano la realización del juego, de hecho, cuando no se cumple esta regla, surge la expresión: “Me pega porque me ama”, y aunque la persona cree que es amada, desafortunadamente, está perdiendo el juego mientras cae en la idea errónea del amor. En este mismo sentido, la subordinación es una ficha peligrosa que, si entra con fuerza al juego, rompe la armonía entre unas y otras. Nadie obliga a su pareja a vestirse de cierta manera, tampoco a darle sus contraseñas, ni a tener una cuenta bancaria compartida, menos aún, impedir el encuentro con familiares y amigos.

Otra pieza mencionada es la dependencia que aparentemente tiene el mismo color de las demás, pues solo demuestra inestabilidad y una pronta destrucción del sujeto, dado que afecta su salud mental y física. De igual forma, la obsesión es una condición que imposibilita llegar a la meta, toda vez que concede a la persona sentimientos intensos, la pérdida del control y el desarrollo de conductas agresivas, impulsivas y violentas.

Por su parte, la necesidad de aprobación también hace que el juego sea lamentable. Cuando esto sucede, el individuo presenta baja autoestima y miedo a la soledad, por lo que decide tolerar fichas sobrepuestas y acepta la modificación del tablero, lo que genera síntomas de ansiedad y depresión. En esta misma línea, la manipulación somete a la pareja a los intereses personales y es capaz de cambiarle su forma de pensar, un hecho que impide un razonamiento propio durante la composición del juego de mesa.

Así mismo, la posesividad no permite una mínima existencia del amor propio. La persona que domina y controla en su interior es alguien atemorizado, intimidado, inestable e inseguro, motivo por el cual deja que su amado arme solo el rompecabezas. En realidad, las emociones que se acumulan y no se expresan en el momento, se convierten luego en ira y rencor, que poco a poco desencadenan mala comunicación, momento en el cual, la pareja se rinde y declara el final del juego.

En conclusión, las fichas que poseen formas distintas a las que generan bienestar, no son compatibles con el rompecabezas del amor. Y aunque no es fácil encajar todas las fichas, es posible juntarlas, si las personas están realmente enamoradas. Este acto no unifica solo piezas, sino también dos historias, pues como cita Bell Hooks en su libro Todo sobre el amor: “El amor no solo influye en nuestra forma de pensar y actuar con los que amamos, sino que transforma nuestra vida”.


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