Facultad de Comunicación Social - Periodismo

El Decamerón de Eros y el Ágape de los mortales

¿Crees conocer la definición del amor? La verdad es que no hay definición arbitraria sobre el amor, pero sí tipos, como Eros y Ágape

Texto realizado para la clase de Pensamiento crítico y argumentativo I (primer semestre, 2022-1), con el profesor Miguel Ángel Manrique.

“Lo que se hace por amor está siempre más allá del bien y del mal”

Friedrich Nietzsche

Es difícil escapar del amor, pues ese sentimiento algún día llegará a todos. No lo buscas, pero él te encuentra. Tal vez es el más subjetivo, puesto que no hay una definición arbitraria. Además, concede un poder emocional que se puede considerar el más grande que tienen los humanos. Conlleva a ideas y estímulos hedonistas, placenteros y fieles, con un inicio extraño. Hay algo en el cuerpo que no se entiende, ni siquiera se sabe que es amor en ese momento. Los pensamientos se tornan distintos, como una especie de mutación en el cerebro y el corazón; en lo único que piensas es en esa persona, sin darte cuenta de que se vuelve alguien importante con el paso del tiempo. Quizás, para el otro no es el mismo sentimiento, ni tampoco la vehemencia de sus emociones, aunque existe cierto vínculo no significa que sea el mismo amor.

Todos en algún momento se encuentran con Eros. El dios que no se puede definir debido a su astucia y forma cautelosa de encarnar en la fuerza del amor, ero somos conscientes de que su cualidad principal es esa, el amor. Se dice que este encuentro es una forma de amor y la mejor para los amantes del placer, la travesura y la satisfacción hormonal. Motiva a durar poco tiempo, sin compromisos extensos sobre una lealtad o fidelidad eterna. Solo se busca el placer sexual, en el que los cuerpos se conectan mejor y tienen una química que es incomparable a otro espécimen de sentimiento. El sexo es el determinante del momento único e inolvidable para los fanáticos de este amor, como es el caso de los ninfómanos. 

El Decamerón era el arco de Eros, y se entiende como un acontecimiento de diez días en la era contemporánea. Este, sin duda, es el amor efímero, el crepúsculo de la vida, que consta de un tiempo único; hasta que solo se convierte en un recuerdo. Amor Eros no es perseverante, pero su sed de placer sí lo es y el humano se cohíbe de no expresar sus estímulos, ya que se pueden considerar un tabú. De por sí, el humano es atraído por lo prohibido, porque esto sale de su “normalidad”, por esta razón puede ser el mejor tipo de amor, en el que tu cuerpo quiere ser otro y ser natural.

Acá no hay nada de promesas falsas, tampoco dependencias, o la repugna de amor ideal que promueve la sociedad. El humano sabe que es a corto plazo su placer y es consciente de que no es para siempre. Hace todo lo posible a fin de no perder esa euforia de vivir, de forma sexual, su poder y ego. En cuanto más imposible sea este simposio, mejor será estar dispuesto a la aventura promiscua. Eros es lo mejor para cualquier persona, por lo anterior dicho; sin embargo, por dentro sabe que no hay plenitud en sus decisiones, ya que no hay estabilidad sentimental a lo largo de su placer. El Decamerón solo será una rutina, la cual llevará a un cansancio de la monotonía, considerándose un amor inmaduro. Por cuestiones más emocionales estaremos en el limbo hasta conseguir algo más placentero, quizás un amor distinto: el ágape.

Ágape hace referencia al amor que una persona da a otra de forma desinteresada y, en ocasiones, sacrificada. Se entrega todo para sustentar y hacer feliz al otro mediante buenas atenciones y cariños, las cuales se espera que sean retribuidas de la misma manera, aunque no sea recíproca. Creo que este es el que sí debería aplicarse en cualquier relación, en el que lo importante no sea qué tan buen sexo practica tu pareja, sino lo responsable que puede llegar a ser contigo.

Amar es difícil, pero no imposible; ahora, saber hacerlo es diferente. Sentir una atracción hacia otra persona de manera física no es un amor puro. Hay cierto interés condicionado que llevará a la finalización cuando se complazca el placer. Saber amar es estar para el otro, sin importar las situaciones difíciles que sucedan, es tener el carácter de decidir la plenitud con otro ser humano. Claro está, no me refiero a ese amor dependiente, tampoco a un apego de vivir solo lo que quiere el otro. No se trata de tomar una decisión fatal sobre el amor, pues en nuestra época amar se convirtió en cosa de un beso. Es raro ver personas prometerse más allá del tiempo y que crean en lo eterno, lo cual ha desbastado ese sentimiento, generando solo placer.

Este escrito no se trata de proponer una definición de amor. Es algo abstruso de entender para los humanos. Además, no existe un amor perfecto, pues como en todo, hay momentos en los que no es bello y se tienen bajones de energía. Sin embargo, no implica que tu esencia se pierda y el espíritu natural único se desvanezca cuando alguien lo agrede. Amar no es entregarte a un daño, sino recibir el mismo afecto y aprecio que le otorgas al otro, fortaleciendo la confianza y la libertad en las relaciones de cualquier tipo. No debes sentirte amarrado o reprimido por hacer lo que te gusta, por eso mismo, amar es ser libre, autónomo y sentirse especial.

En algunos puede ser la dependencia emocional y para otros solo es gozo, y son respetable esas creencias de amor, pero de todas formas ¿Qué tan bien están así? Con esta pregunta, se plantea la subjetividad de cada individuo. No obstante, no considero equivalente la violencia con el amor, pues donde hay maltrato, golpes, palabras ofensivas y hostilidad, no hay este sentimiento. Por eso mismo, no se puede comparar con reparos emocionales a través de besos y abrazos. Las señales zafias indican otros sentimientos, pero no amor. Tener afinidad, afecto y gusto hacia el otro no siempre representa que sea sincero, porque de esa forma el respeto debe estar presente en todo momento, si este no está, tampoco es amor.

Cuando finaliza cualquiera de estos dos tipos de amor se tornan un recuerdo. Una memoria más sobre alguien, que al recordarla se vienen ciertas ideas de esta persona. Sabes que aunque no funcionó aprendiste de eso a no cometer los mismos errores o a valorarte cuando llegue alguien nuevo. Ágape comunica a la población el compromiso y llama a los alejados del amor a que puedan tener el sentimiento puro, que sea desde el corazón. El amor no es superficial y mucho menos llega tal cual creemos que es; no está mal sentir placer, pero por más bella que sea la mentira, en este caso de Eros, se sabe que no hay plenitud al fluir la vida.

La humanidad necesita de amor y belleza para dejar a un lado lo feo que obtuvo a lo largo del tiempo. Sentirse amado también es bello, porque comprendes que eres importante para alguien y que influyes en su vida para bien. Tener el Decamerón de Eros puede ser interesante y divertido; sin embargo, no es lo que buscas siempre cuando conoces a alguien. Con este tipo de amor, sabes que hay algo que te mata, que quema por dentro. En cambio, con el ágape de los mortales, se siente que a su lado se pierde la noción del tiempo y sin importar cómo sea, enamora hasta la forma en que camina y en la que mira. Esto es ciego, y lo bello es lo que más resalta en el otro, cuando se sabe si la decisión que se tomó fue la adecuada para perdurar siempre.