Sueños “hechos con amor”
¿Miedos? ¿Angustias? ¿Dificultades? Nada de esto fue un impedimento para que José luchara por sus sueños.
Reportaje realizado para la clase de Pensamiento crítico y argumentativo II (segundo semestre, 2022-1), con el profesor Guido Tamayo.
Esta es la historia de José Salamanca, un hombre de 78 años que lleva su pueblo natal no solo en sus raíces, sino también en su historia de vida. Y es que José no es solo un habitante más de La Vega, Cundinamarca; él, es el creador del producto gastronómico más reconocido de este lugar.
Hace 46 años, este hombre trabajaba en una panadería de este municipio, allí se veía obligado a manejar extensas jornadas laborales. Adicional a ello, vivía en el casco rural, por lo que desplazarse a este lugar era una compleja travesía que emprendía todos los días. Una vez llegaba a su destino, instantáneamente se dedicaba a realizar todo tipo de amasijos. Y así vivía su rutina, entre levadura, hornos y quemaduras.
Un buen día, a causa de las adversidades presentadas en el recorrido, este incansable panadero llegó tarde a su trabajo y en su afán de recuperar el tiempo perdido, puso el doble de ingredientes en su receta: de esta manera nació el auténtico roscón resobado. Luego de este suceso, se dedicó a mejorar su creación, así nació el sueño de brindar al público un mejor producto a través de su propia panadería.
José, junto con su esposa María, iniciaron la búsqueda de una mejor vida, por ello, en 1976 decidieron creer en un sueño compartido y fundar la panadería “Josmar”.
Empezaron a vender todo tipo de productos relacionados con el sector panadero. Cada día, a las 4 de la mañana, juntos empezaban a trabajar con el deseo de crecer cada día más, y con el tiempo así fue. Pasaron de vender sus productos en un sótano de una casa a venderlos en un gran local que se encuentra ubicado en el parque principal del municipio. Además, y para ampliar su lista de logros, recientemente inauguraron su nuevo local campestre, el cual ha sido acogido con mucho amor por parte de sus clientes.
Su negocio pasó no solo de ser reconocido en el municipio, sino también en todo el país. La calidad de sus productos los ha hecho partícipes de diversos escenarios en los cuales han sido acogidos por el amor y la satisfacción de la gente. “Haber cumplido este sueño nos hace muy felices”, afirma José, quien, con los ojitos bien iluminados, relata acerca de la vez en que fueron invitados especiales en Agroexpo Cundinamarca: “Toda la gente nos reconocía, nos decían que disfrutaban nuestros productos, que estaban orgullosos de nosotros.”
Y es que no solo sus clientes se sienten orgullosos de este proceso, sus familiares también lo están. Como es el caso de Manuel, su nieto, quien describe a su abuelito como una persona guerrera, que es capaz de poner pecho, espada y escudo frente a cualquiera que se atraviese, sea del tamaño que sea, por proteger a sus hijos, nietos y a su empresa. Este nieto orgulloso no duda ni un segundo en hablar de su abuelito: “Recuerdo la primera vez que me contó la historia de este sueño, estaba muy emocionado y salí a contársela a todo el mundo”. Mientras Manuel deleita la extraordinaria receta de sus abuelitos, sonríe al recordar todo lo que han conseguido gracias a ese producto que, así como su slogan lo dice, está “hecho con amor”.