Los nuevos formatos y las herramientas digitales han articulado una corriente en el periodismo, concretamente en el storytelling. En el marco del XIII Encuentro Internacional de Periodismo, Camilo Gómez y Juan Carlos Baquero conversaron sobre este tema, a partir de su experiencia con productos arriesgados, pero innovadores, y con resultados satisfactorios.

Cubrimiento especial del XIII Encuentro Internacional de Periodismo.

La postura de extrapolar desde los formatos tradicionales a los digitales en el periodismo no es el camino para Camilo Gómez. Por el contrario, el rumbo radica en la interactividad que se pueda generar y cada vez más es un reto lograr esto con las nuevas herramientas, pero con innovación sí es posible. 

De esa reflexión surgió la idea de “El mundo no es como lo pintan” en el periódico El Espectador. La urgencia de contar historias de manera diferente, sin la camisa de fuerza de estar obligados a cumplirle al medio, ejecutar con prueba y error para innovar, fueron las bases de este proyecto, tanto para el equipo como para Gómez. Asimismo, los nuevos formatos le hacen frente a una problemática que persigue al periodismo e información (más en los tiempos digitales), las fake news.

Baquero comparte la perspectiva de Gómez y plantea que el formato de podcast cuenta con herramientas llamativas y abre la puerta a la innovación al contar historias. “Realmente el podcast no era solamente una tecnología, sino realmente un contenido totalmente distinto”, considera Baquero.  Además de contar historias desde otro ángulo, otro desafío es llegar a otros nichos a partir de la explosión de los nuevos formatos, por ejemplo, Relatos Amarillos, producto de RTVC Play con el protagonismo de taxistas, emplea narrativas innovadoras para producir contenido. El resultado ha sido lograr con éxito atraer a otras audiencias. 

Cabe resaltar que esta perspectiva no significa que el ejercer periodismo se haya alterado. El acceso a la información sigue siendo igual, el cambio está siendo en el tono y modo de plasmar el material, en el contar historias de manera integral. Además, la posibilidad y límites de los nuevos formatos son la inspiración para dedicarse a este oficio. 

El Mundo en Emojis ejemplifica esa perspectiva, debido a que cuenta con un formato distinto y ha atraído a más audiencias, no sólo las juveniles. El producto retrata el contexto y coyuntura internacional por medio de un lenguaje de emojis. 

Baquero expresó que el campo de lo obvio se ha agotado; la cantidad de cosas que se pueden hacer sutilmente es infinita, junto con la formación de comunidades para sostener los trabajos que realizan. En RTVC se está realizando un proyecto titulado Cubo, la sinopsis del mismo radica en relatar una misma historia a través de seis personajes distintos; cada uno es una pieza en el rompecabezas del relato general. 

“Las fórmulas conducen a que siempre sean lo mismo, lo que nos lleva a la mediocridad”. Esa fue la visión de Gómez acerca de la manera tradicional de contar historias. Si no existe gamificación, interactividad y una apuesta innovadora, no hay cabida para los contenidos en el ecosistema digital. Otro punto a favor de la innovación ha sido la posibilidad de contar sucesos del pasado a audiencias que no las vivieron. Por ejemplo, con estas herramientas es posible relatar los hechos y el impacto de la caída del muro de Berlín, luego de tres décadas, y apuntando a comunicar a personas que no habían nacido en aquel entonces.

La reflexión de ambos panelistas se resume en los alcances de los formatos emergentes y las nuevas narrativas. El rumbo del storytelling no está en el modus operandi tradicional de contar historias, eso está obsoleto. El presente y futuro está en la apuesta de propuestas innovadoras de relatar, con la sinergia de los formatos. Tanto Gómez como Baquero creen que, tomando en cuenta esas bases, el periodismo aún tiene mucho por explotar y darle al mundo. 

Reviva el conversatorio “En la busqueda de otras formas para relatar los géneros tradicionales” en el video a continuación: