Facultad de Comunicación Social - Periodismo

Cabello Afro: ¿tendencia o empoderamiento?

El cabello afro rizado ha resurgido en los últimos años como un movimiento de contracultura en defensa de la identidad afrodescendiente.

Texto realizado para la clase de Introducción al lenguaje periodístico (tercer semestre, 2020-2), con el profesor Sergio Ocampo Madrid.

Todo tiempo pasado fue mejor. Una frase nostálgica que la industria de la moda parece corroborar. En los últimos años han retornado tendencias que muchos creían perdidas; el cabello rizado, por ejemplo, es un estilo que recobró vida después de durar años a la sombra de estereotipos de belleza de cabello lacio. Sofía Ramírez es una de tantas mujeres que a muy corta edad decidió renunciar a los rizos con los que la naturaleza la había premiado y le confió su melena a la plancha. Hoy, resarce sus errores fortaleciendo la estética del cabello afro.

De madre afro indígena y padre chocoano, a sus 28 años, Sofía es una buena representante de la belleza afrodescendiente. Piel morena oscura, ojos marrones, cabello rizado negro y un dialecto propio del Pacífico colombiano que, a pesar del tiempo lejos de su Buenaventura natal, se percibe en su hablar. 

Durante 23 años vivió en la ciudad portuaria a la que el grupo Niche le dedicó hace unos años uno de sus más grandes éxitos. Tal como lo registran las letras de la salsa, Sofía creció rodeada de niches de alegría siempre en el rostro. Allí, de acuerdo al censo realizado en el 2018 por el Dane, más del 85% de la población es afrodescendiente; en medio de una ciudad impregnada de la cultura afro, su cabello rizado nunca representó un problema.

Ella cuenta que, a pesar del empoderamiento de la cultura afrocolombiana, los estándares de belleza que vendían la idea del alisado perfecto fueron acogidos con mucha fuerza en la sociedad afro del Pacífico colombiano. A los 14 años y a escondidas de sus papás, Sofía empezó a alisarse el cabello y fue apenas diez años más tarde cuando recuperó la textura natural de su pelo. En la Buenaventura de los 2000 alisarse el cabello era una especie de ritual que marcaba el paso de niña a mujer. La transición de la infancia a la vida adulta estaba acompañada de la keratina y la plancha. Para encajar en las tendencias que marcaban la movida dentro de los jóvenes bonaverenses, decidió seguir los pasos de las amigas de su edad y renunciar a los rizos de su cabellera, propios de la identidad afro. 

En el 2016, después de terminar su carrera profesional, Sofía se mudó a Medellín. Allí se encontró con una ciudad inmensa dispuesta a reconocer la diversidad como columna vertebral de la sociedad y decidió darle una oportunidad al retorno de su cabello natural. Iniciar la recuperación de sus rizos no fue una tarea sencilla. Al principio no encontraba los productos adecuados. Hasta que un día, curioseando en redes sociales, encontró a Rene Daniella, una influencer norteamericana con más de 347 mil seguidores en Instagram, dedicada a resaltar la belleza femenina, particularmente la de las mujeres afro rizadas. Para la época, Rene Daniella estaba radicada en Medellín. Sofía dejó la pena a un lado y se arriesgó a escribirle. Ella muy amable le respondió todas sus dudas acerca de la transición a su cabello natural y le regaló productos capilares de marcas norteamericanas desarrolladas por la comunidad afro en Estados Unidos.

Una vez inmersa en el mundo del cabello afro, Rene le confesó a Sofía que con su influencia prefería apoyar marcas de afrodescendientes porque era allí donde se veía representada. De esta manera se involucró en el Black Money, un movimiento procedente de Estados Unidos que invita a la comunidad a consumir productos que nacieron con el objetivo de vigorizar a la población negra (ver final del texto).

Tardó ocho meses en el proceso de transición hacia su look natural. Con todo el conocimiento que adquirió en el transcurso de ese tiempo y con un mundo de posibilidades frente a ella, Sofía Ramírez decidió iniciar con Afro’s shop, un emprendimiento que por medio de Instagram difunde información de temas capilares para que entre todos se pueda fortalecer la estética afro. Todo esto acompañado de una vitrina online de productos desarrollados por marcas afrocolombianas.

Con tan solo cuatro años en el mercado, Afro’s shop ha logrado crear una comunidad con más de 20.000 usuarios en redes sociales. Cuando Sofía habla de sus clientes, se refiere a ellos como si fuesen amigos de toda una vida. Se toma el tiempo de aprenderse los nombres de cada uno, la ciudad en la que residen y se sabe de memoria las circunstancias por las que cada uno acudió a ella buscando una mano amiga. Asesora a quienes la contactan, incluso de forma gratuita y en caso de notar algún síntoma que pueda representar un problema de salud, los direcciona hacia un dermatólogo profesional que los trata según la condición de su cuero cabelludo.

Jasbleidy Palomino, una cartagenera de 36 años, conoció de Afro’s Shop por medio de Instagram. Llegó a Sofía con un cabello rizado pero maltratado y a partir de sus orientaciones empezó a recobrar el brillo y la elasticidad que años de plancha habían opacado. Jessy Joris es otra cliente fiel que da fe del profesionalismo de Sofía. Duró meses observando sus publicaciones hasta que un día, necesitada de una guía capilar y de productos de calidad, se atrevió a ponerse en contacto con la marca y se encontró con una asesoría experta. Por medio de Afro’s Shop, Jessy ha aprendido no solo a conocer los productos adecuados para su cabello, sino que también se ha enamorado de su identidad y se ha convertido en una exponente orgullosa del estilo afro. Así como estas, son muchas las voces que demuestran que Sofía está logrando un cambio en las nociones de estética y posicionando la identidad étnica afro.

A lo largo de estos cuatro años ha ido ampliando su conocimiento. Ha tomado cursos presenciales y online sobre tricología, dermatología y ha logrado abrirse paso en medio de un mercado creciente pero competitivo. Cada vez son más las mujeres y hombres que aceptan su naturalidad. Las cifras de población afro en zonas como Buenaventura y Chocó comprueban el potencial de este mercado, por lo que la demanda no es el problema sino el exceso de oferta.  Por esta razón, Sofía se fuerza en educar a sus usuarios para evaluar las decisiones de consumo y promueve el uso de marcas afrocolombianas tales como Bambara, una empresa dedicada a la elaboración de productos con la intención de empoderar a las mujeres afrodescendientes. Malle Beleño, fundadora de Bambara conoce a Sofía desde el 2017, cuando se encontraron en un taller de empoderamiento étnico y femenino en Buenaventura. “El apoyo de Sofi ha sido fundamental para nuestro crecimiento. Tenemos una empatía increíble porque hacemos parte de la misma región con un modelo de vida similar, de modo que su visión de mundo coincide con la nuestra y así es fácil avanzar sin tanto ruido pero sí con firmeza”, afirma Malle.

Desde hace dos años Sofía reside en España. Allí en medio de sus largas caminatas por Casa de campo, el mayor parque de Madrid, dirige y organiza las ideas que publica en Afro’s shop. Su motivación diaria para continuar creando contenido en redes es ayudar a todas las personas que, como ella, tomaron la decisión de lucir la naturalidad de su cabellera. Espera con sus asesorías guiarlas por la transición de look que hace unos años cambió su vida. Desde que renunció a hacer parte de los estereotipos de belleza tradicionales es una mujer más segura de sí misma, reconoce su identidad, la acepta, la ama y está decidida a reivindicar la estética del pelo afro.

“Black Money” es un movimiento que enfrenta el racismo empresarial estimulando el consumo y la prestación de servicios entre la comunidad negra. La idea es que el dinero circule sólo entre afrodescendientes durante el mayor tiempo posible y que genere autonomía y prosperidad para la comunidad afro. Además de promover asociaciones entre empresarios negros y la población negra, el Black Money estimula la mentalidad innovadora de emprendedores y jóvenes afro para transformar la economía y la conciencia financiera de esta comunidad.